JORNADA 18
2-0: Al Sevilla le fallan las ideas pero no la eficacia
JOSÉ MARÍA IGEÑO
Los
blancos aprovecharon una expulsión en el Albacete para imponerse pese a su pobre juego.
La llegada de Baptista, autor del primer gol, volvió a ser decisiva para los de
Caparrós.
SEVILLA.
Con un juego muy pobre pero con la efectividad necesaria para aprovechar las
circunstancias a favor, léase la inocencia de un adversario con mejores maneras que
capacidad de resolver y, sobre todo, la expulsión de un jugador visitante cuando quedaba
casi una hora de partido, solventó el Sevilla su encuentro frente al Albacete, en el que
partía con la obligación de retener los tres puntos y del que salió con el objetivo
cumplido, lo cual minimiza cualquier objeción relativa al juego del equipo. Había que
ganar y se ganó, ésa es la conclusión que debe prevalecer sobre cualquier otra, aunque
tenga que haberlas y en su mayoría dejen al equipo en no muy buen lugar. Pero saber
aprovechar las circunstancias favorables que el propio juego depara incluso a quien no
hace méritos para ello también se premia en el fútbol, y el Sevilla rentabilizó en
este caso el golpe que recibió el Albacete con la expulsión de Buades.
Hasta
que el central del equipo manchego vio la roja directa por agredir sin balón a Darío
Silva, minuto 36, el cuadro de César Ferrando tenía controlado el partido frente a un
Sevilla dormido, incapaz de superar la presión del rival en el centro del campo y con
muchos problemas para llevar arriba el balón mínimamente jugado. Los visitantes, pese a
las limitaciones técnicas de muchos de sus jugadores, combinaban con más facilidad que
el Sevilla y se situaban mejor en el terreno de juego. Tocaban con peligro en las
proximidades del área de Esteban y pusieron en apuros al portero sevillista en dos
remates de Peña y Pacheco. Los de Caparrós mostraban menos hechuras de equipo, pero
también creaban peligro a balón parado o con su fútbol de balones largos. Baptista
sorprendía a veces con sus potentes arrancadas y estuvo a punto de marcar, a pase de
Reyes, en un remate muy ajustado que le detuvo Almunia. Pero no había en el juego de los
locales ni sentido ni continuidad, hasta el punto de que la grada estaba manifestando de
forma ostensible su disgusto cuando la expulsión vino a cambiar el partido de forma
radical. El juego provocador y agresivo de Darío Silva no dio esta vez con el uruguayo
antes de tiempo en el vestuario, sino que se cobró una víctima en las filas enemigas. El
juez de línea vio agresión de Buades al delantero sevillista y la roja directa acabó
con gran parte del impuso mostrado hasta ese momento por el Albacete.
Baptista dio un aviso en la
ejecución de esa misma falta -le hizo una gran parada Almunia- y marcó muy poco después
al rematar de cabeza un preciso centro de Reyes desde la izquierda. El brasileño, que
había estado hasta ese momento en todas y cada una de las llegadas con peligro del
equipo, subrayaba una vez más el acierto de su entrenador al darle libertad de
movimientos en la zona comprendida entre los dos medios centros y el punta.
Caparrós quiso que su equipo diera
un paso adelante en la segunda parte y cambió a Podestá para jugar con otro delantero,
Antoñito. La medida tuvo incluso beneficios defensivos, puesto que el Albacete, con uno
menos, se cuidó mucho de irse arriba y dejar espacios para tanto atacante blanco. El
juego del Sevilla no experimentó una mejoría inmediata, pero la comodidad del marcador
en ventaja y la superioridad numérica se tenían que notar.
Las ocasiones de gol fueron
llegando con mayor claridad y frecuencia que en la primera parte. Reyes, que salvando el
centro del gol apenas había salido de la mediocridad en los primeros cuarenta y cinco
minutos, tuvo cada vez más espacios para sus galopadas y sirvió cuatro balones que bien
pudieron ser de gol, tres a Antoñito y uno a Daniel Alves, que se cayó cuando encaraba
la portería. El Sevilla no terminaba de sentenciar el partido y sus fallos ante la puerta
rival hicieron que todo se encaminara hacia un final de cierta zozobra, incluso después
de que el Albacete sufriera una segunda expulsión por doble amarilla al delantero Aranda,
que vio la segunda por simular un penalti.
Alguna falta innecesaria del
Sevilla ofreció al Albacete la posibilidad de igualar el partido con nueve jugadores en
el campo, pero el que resolvió casi al mismo tiempo del pitido final fue el equipo de
casa en su mejor contragolpe de la tarde, que culminó con el segundo gol Antoñito tras
un pase medido de Martí.
Ficha técnica
Sevilla FC: Esteban; Daniel
Alves, Javi Navarro, Óscar, David; Redondo, Martí, Podestá (Antoñito, m.46), Reyes
(Antonio López, m.92); Julio Baptista y Darío Silva (Germán Hornos, m.88).
Albacete Balompié: Almunia; Oscar
Montiel, Pablo, Buades, Paco Peña; Alvaro (Unai, m.46), Viaud; Redondo, Pacheco (Mikel,
m.73), David Sánchez (Pablo García, m.82); y Aranda.
Goles: 1-0, M.40: Julio Baptista.
2-0, M.94: Antoñito.
Árbitro: Jesús Téllez Sánchez
(Colegio catalán). Expulsó con tarjeta roja directa al visitante Buades en el minuto 36
por darle un codazo al uruguayo Darío Silva y a su compañero Aranda, por doble tarjeta
amarilla, que las vio en los minutos 74 y 90. Además, amonestó a los visitantes Viaud
(m.5), Buades (m.34), David Sánchez (m.48), Unai (m.66) y Redondo (m.74) y a los locales
Julio Baptista (m.42), David (m.51) y Daniel Alves (m.64).