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JORNADA 37
1-4: Por Caparrós y los suyos no va a quedar
ROBERTO ARROCHA
ALBACETE. El Sevilla
llegará hasta la última jornada peleando por el objetivo que se trazó en el pasado
verano y que no era otro que auparse a una de las dos plazas que dan derecho a disputar
competición europea. Por mucho que las opciones no dependan exclusivamente de ellos, lo
cierto es que tendrá papeletas que jugar, lo que no es poco si se echa la vista atrás un
par de meses. De momento ya tiene dos puntos más que los que cosechó en la Liga pasada y
para los cainitas también el apunte de que -salvo que se aúnen dos resultados abultados
en su contra (goleada bética en La Rosaleda y derrota igualmente abultada en Nervión
ante Osasuna) que sumen más de ocho goles- la «liga particular» cae este año del lado
sevillista.
Al margen de este consuelo para mediocres, lo cierto es no
se le puede poner ningún pero general a la actuación del Sevilla en feudo manchego.
Desde el primer pitido del protestado González Vázquez se vio que apretaba más y ponía
más empeño el único que se jugaba algo. El Albacete se sabía ya de Primera desde la
noche anterior y eso le hizo jugar sin ese plus de motivación necesario cuando la Liga
agoniza. El equipo de Caparrós se hizo con las riendas del choque y ese «trivote» de
circunstancias formado por Torrado, Martí y Casquero tenía más presencia que la media
del Albacete.
No obstante, el juego era pobre en líneas generales y
abundaban las imprecisiones de parte y parte. Pero en dominio sevillista era estéril y
Almunia no pasaba apuros. Tampoco sufría Esteban, aunque Aranda intentó sorprenderle por
elevación tras un despiste de su marcador Javi Navarro.
A falta de seis minutos para el descanso Darío Silva, más
activo ayer que en anteriores comparecencias, cogió un balón en el medio del campo, se
lo llevó trompicado ante Unai, le aguantó la carrera a Pedro y batió por bajo la salida
de Almunia. El balón entró de forma poco estética, pero eso carece de valor y más en
el caso del delantero uruguayo, que llevaba más de una vuelta completa sin mojar. Con 0-1
se llega al descanso y con la sensación de que sólo con mantener el tipo los tres puntos
viajarán hacia Nervión.
El horizonte se despejaría aún más en el arranque de la
segunda mitad. Unai, entra duro y sin tocar balón a Darío pegado a una banda y es
expulsado por doble amonestación. Dos minutos después desplazan a Javi Navarro en el
área manchega cuando iba a rematar. El árbitro pita el correspondiente penalti y
Baptista aumenta hasta 19 su cuenta goleadora. El 0-2 dura poco en el marcador, ya que en
la mejor jugada del partido, Torrado asiste a Darío, éste elude a su marcador y la
salida de Almunia y al verse escorado, en lugar de disparar, asiste atrás para que
Casquero marque a puerta vacía. El charrúa demostró mucha sangre fría y generosidad y
eso acabó por decantar definitivamente el partido en favor del conjunto carmesí.
Con el 0-3 el Albacete endureció su juego, porque no
quería una humillación en el día que celebraba con los suyos la permanencia, pero ante
el tancredismo del árbitro en algunas acciones y el hecho de que el Sevilla levantara el
pie del acelerador, llegó el 1-3. Óscar -que tras el gol de Casquero salió por Javi
Navarro- se duerme ante Aranda, que asiste a Parri y el mejor jugador del Albacete
controla y se revuelve para batir por bajo a Esteban.
Quedaban más de veinte minutos más el alargue, pero ni el
1-3 puso el peligro la victoria sevillista. El Albacete estaba más pendiente de no
encajar más goles que de acercarse al portal visitante. Pese a ello Esteban tuvo que
salvar con los pies ante Aranda el 2-3. Por si faltaba algo, el ex sevillista David
Sánchez es expulsado con roja directa por una durísima entrada, sin opción de tocar
balón, a Julio Baptista. La acción llevó otra expulsión aparejada, ya que Joaquín
Caparrós ve también la roja por protestar con vehemencia la jugada.
De ahí al final todo el protagonismo rematador lo acaparó
Germán Hornos. Primero cabeceó fuera un buen servicio del activo y bullicioso Jesús
Navas, después desperdició lastimosamente una asistencia de lujo de Julio Baptista y por
último, a la tercera, anotó su segundo gol liguero tras burlar la salida de Almunia.
Ahora sólo queda prepararse a tope para quemar los últimos cartuchos ante Osasuna. Si se
vence y acompaña también el resultado de Zorrilla habrá UEFA y si sólo se consigue lo
primero se asegurará la séptima plaza, con lo que se superará la clasificación de la
temporada 2001-2002, en la que también se rozó jugar en Europa.
Ficha técnica
Albacete: Almunia, Pedro, Pablo, Unai, Fernando Navarro;
Viaud (Paco Peña, min. 80), David Sánchez, Pablo Redondo, Pacheco (Parri, min. 51),
Munteanu (Delporte, min. 46) y Aranda.
Sevilla: Esteban, Redondo, Javi Navarro (Oscar, min. 54), Pablo Alfaro, Sergio Ramos,
Jesús Navas (Magallanes, min. 80), Torrado, Martí, Casquero, Baptista y Darío Silva
(Hornos, min. 58).
Árbitro: Bernardino González Vázquez (C. Gallego). Expulsó por doble amonestación
(min. 48) al jugador local Unai y con tarjeta roja directa al también local, David
Sánchez (min. 74). Expulsó al entrenador del Sevilla (min. 76), Joaquín Caparrós.
Amonestó a los
jugadores locales, Pedro y Aranda, y a los visitantes, Javi Navarro, Darío Silva y Pablo
Alfaro.
Goles: 0-1, min. 38: Dario Silva. 0-2, min. 50: Baptista
(penalti). 0-3, min. 52: Casquero. 1-3, min. 68: Parri. 1-4, min. 89: Hornos.
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