JORNADA 23
3-0: Goleada que alimenta el sueño de la Copa
JOSÉ MARÍA IGEÑO
El
Sevilla fue mucho más agresivo y certero ante el gol que un Mallorca lento y a la deriva.
Tras una mala primera mitad, Baptista abrió el camino del triunfo, que cerró Martí con
un gol de pañuelos
SEVILLA. Tres días antes de
que se rompa o se haga realidad el sueño de alcanzar la final de Copa, el Sevilla le hizo
al Mallorca el tres-cero que necesita hacerle pasado mañana al Real Madrid y espantó las
inquietudes que las tres derrotas consecutivas en Liga habían sembrado en el sevillismo,
que después de la goleada de ayer puede aparcar tranquilamente las cuitas ligueras para
centrarse en lo que estos días le ilusiona, las escasas pero reales posibilidades que
aún conserva de jugar la final copera. Como además la goleada se completó con tanta
facilidad como brillantez -el gol final de Martí abriría los telediarios si lo marcara
un «galáctico»-, todo se alió para que lo que el miércoles pasado se veía imposible,
se vea ahora «sólo» dificilísimo.
Pero eso fue al final, porque el Sevilla consumió toda
la primera parte frente al Mallorca con un juego muy pobre en ataque. Caparrós dio
descanso a Torrado y jugó con Baptista de acompañante de Martí en el medio centro, lo
que permitió la alineación de Antoñito arriba junto a Darío. El retraso en la
posición del brasileño restó remate al Sevilla, en el que sólo Antoñito mostró
durante la primera mitad cierta claridad en el último pase.
Los dos equipos buscaban robar el balón arriba y era el
Sevilla el que lo hacía con más convicción, pero faltaba salida por la izquierda
-Antonio López no desbordaba ni una sola vez- y sobre todo remate. Gallardo y Redondo sí
creaban cierto peligro por la derecha, como en una jugada en la que el de Camas puso un
gran centro que el defensa Edu Moya quitó de la cabeza a Antoñito cuando en las gradas
se cantaba gol.
El Mallorca, sin Eto´o y con una banda menos en ataque
por el calamitoso estado de forma de Finidi, se descolocaba fácilmente y pasaba apuros
cuando perdía el balón, circunstancia que casi siempre dejaba en evidencia la lentitud
de sus centrales. Pero cuando no fallaba en el Sevilla el último pase, fallaba el remate.
Baptista la mandó a las nubes con todo a favor después de una contra conducida por
Antoñito y una falta al borde del área impidió que Gallardo se metiera regateando
rivales hasta las mismas narices de Leo Franco.
Hizo falta que llegara la segunda parte para que el
Sevilla dejara de amagar y golpeara de verdad a un adversario que no estaba presentando
batalla. Fue Baptista, pese a la evidente merma de peligro que supone alejarlo del área
rival, el que acertó a marcar nada más reanudarse el partido. Con toda la defensa
visitante basculando hacia su izquierda para intentar neutralizar una peligrosa llegada de
Gallardo, recibió completamente solo en el otro extremo Antonio López, que tuvo tiempo
de poner con comodidad el balón en el sitio adecuado para la incorporación y el remate a
gol del brasileño.
El Sevilla se hizo fuerte en campo propio para explotar
el contragolpe y no tardó ni cinco minutos en marcar el segundo gol, que surgió de una
pérdida de balón del Mallorca en el centro del campo. Antonio López dio el primer pase,
Darío rompió el fuera de juego, enfiló portería y le puso el balón a Gallardo, que
acompañaba su carrera y sólo tuvo que empujar a la red.
Con el Mallorca aturdido y el Sevilla gustándose, aunque
echando un poco el freno en cuanto a intensidad y pensando quizá en el Real Madrid,
Baptista pasó a jugar arriba tras el cambio de Darío por Podestá. El brasileño pudo
marcar en una ocasión a puerta vacía, pero estrelló su remate en el larguero. El equipo
de Luis Aragonés tuvo también su oportunidad, la mejor y casi única de todo el partido,
en una llegada y centro de Nené -sólo esa vez se fue de un eficaz Redondo- que no
encontró rematador ni en Campano ni en Delibasic. También en esta fase de relajación
sevillista tuvo que hacerse notar el hasta entonces prácticamente inédito Esteban, que
detuvo un colocado lanzamiento de falta a cargo de Bruggink.
Pero la reacción mallorquinista, en cualquier caso
tardía e inocua, quedó definitivamente hecha trizas con el golazo de Martí. Llegó al
área conduciendo el balón, buscó a uno y otro lado el desmarque de algún compañero,
no lo encontró pero fue dejando rivales atrás con regates en seco. Cuando se dio cuenta,
se había plantado ante Leo Franco, al que superó con un último y majestuoso toque con
el exterior. Pañuelos, un sinfín de pañuelos para cerrar una tarde de fiesta... y dejar
abierto un sueño no del todo imposible.
Ficha técnica
Sevilla FC: Esteban; Redondo, Javi Navarro, Pablo Alfaro,
David; Gallardo (Jesús Navas, m,70), Baptista, Martí, Antonio López; Antoñito (Carlos,
m.79) y Darío Silva (Podestá, m.65).
Real Mallorca: Leo Franco; Edu Moya, Niño (Nadal, m.56),
Lussenhoff, Poli; Finidi, Nagore (Campano, m.52), Colsa (Pereyra, m.63), Nené; Bruggink y
Delibasic.
Goles: 1-0: m.50, Baptista. 2-0: m.55. Gallardo.3-0:
m.85, Martí.
Árbitro: Bernardino González Vázquez (c. Gallego).
Mostró tarjeta amarilla a Nagore (m.33), Lussenhoff (m.42), Martí (m.87).