JORNADA 20

2-1: De vacío ante una zaga dadivosa


JUAN MANUEL ÁVILA

Pese a dominar en el centro del campo y tener más presencia en ataque, el equipo blanco cayó ante un Atlético con poca chispa

MADRID. El Sevilla se presentaba en el Calderón sin ninguna carta marcada, con el equipo que se aventuraba en la víspera y con la presencia, como gran novedad aunque Caparrós lo anunciase el sábado, del mexicano Torrado. Era su primera convocatoria oficial después desde que a primeros de junio jugase su último partido de Liga y su regreso al equipo se producía como titular, dadas las ausencias por lesión de Marcos Vales y Casquero, la precariedad física de Podestá e incluso la indisposición de Julio Baptista. La baja del goleador brasileño posibilitaba además que Antoñito retornara al once inicial para acompañar al recuperado Darío Silva en ataque. De esta forma eran tres las novedades respecto al once que peleó bravamente los puntos una semana atrás en el Sadar frente a Osasuna.

Por parte atlética tampoco había sorpresas de última hora. Simeone ocupaba la plaza del sancionado Lequi y el resto los mismos que acabaron goleando al Athletic de Bilbao la jornada anterior.

El equipo de Caparrós dio la sensación de entrar más metido en el partido y de ser el primero en sobreponerse a la desapacible tarde noche, en la que el frío y el fuerte viento del norte se apoderaron del escenario. Ibagaza, vigilado de cerca por Torrado, apenas entraba en juego y el juego de los colchoneros viraba a la izquierda, donde Sergi y Nano mantenían una dura pugna con Redondo y Daniel Alves. Aunque el conjunto visitante robaba el balón con asiduidad gracias a la fuerte presión que imponía a su rival, faltaba precisión en las conducciones y ello ocasionaba que se desperdiciaran numerosas contras ante una zaga que se mostraba frágil, sobre todo por la izquierda y por el centro, con un lento y fallón Simeone. Pero el Sevilla no supo sacar partido a esta circunstancia y pese a prodigarse por las inmediaciones de Juanma no le daba trabajo al portero atlético.

La más clara oportunidad para adelantarse en el marcador la desperdició Antoñito antes de cumplirse la primera media hora de juego, al cabecear inocentemente a las manos de Juanma cuando tuvo tiempo y espacio para elegir una opción de remate mejor. A la jugada siguiente Nikolaidis puso a prueba a Esteban en cabezazo que blocó con apuros el asturiano. El Sevilla seguía dando sensación de estar mejor plantado que su oponente, aunque el conjunto de Manzano se calentó al filo del descanso tras una sucesión de saques de esquina en uno de los cuales volvió a aparecer Nikolaidis para cabecear alto tras adelantarse a Pablo Alfaro.

Oportunidad de Reyes

Instantes antes de llegar el 1-0, Reyes tuvo en sus botas el 0-1, tras un pase atrás de Antoñito dentro del área, pero estrelló su remate en un contrario. El utrerano también «participaría» en la jugada que puso en ventaja a los atléticos, ya que perdió un balón en el centro del campo y la mortal y vertiginosa contra montada a continuación acabó con el balón en las redes sevillistas. El goleador fue el entrañable amigo del «10» sevillista Fernando Torres y los «intermediarios» Ibagaza y Aguilera. Quedaban poco más de dos minutos para el descanso y al mismo pudo llegarse en tablas si uno de los auxiliares de Iturralde González no se precipita levantando el banderín en un fuera de juego inexistente de Redondo, cuyo remate acabó en la red.

Con más decisión salió el Sevilla tras el descanso. El Atleti no había parecido fiero en la primera parte, pero con el resultado en contra había que darle otra vuelta de tuerca a la situación si no se quería volver de vacío. Antoñito volvió a cabecear sin premio tras dejada de Darío Silva, aunque esta vez medió una buena intervención de Juanma para que no se produjera el empate. El equipo de Manzano seguía siendo superado en el centro del campo, pero ello poco importaba si mantenía la ventaja en el marcador y teniendo a jugadores del talento de Ibagaza o Torres capaces de fabricar una ocasión de gol de la nada. No obstante, el que más empeño le ponía en buscar el gol seguía siendo el griego Nikolaidis -Demis, en las alineaciones-. A la hora de juego marró un remate tras una pared con Ibagaza, y ocho después mandó fuera ante la oposición de Daniel Alves. El Sevilla cada vez se adelantaba más en busca del empate y los huecos que dejaba atrás eran propicios para las contras locales. En una de ellas Esteban anda rápido y se anticipa con los pies fuera del área a Torres. Pero segundos después el meta sevillista pone un borrón decisivo en su actuación, al medir mal una salida por salto a falta lejana de Ibagaza y dejar que el constante Demis encuentre el premio del gol al cabecear a gol y dejarlo con el molde.

Todo parecía sentenciado, porque el Sevilla en ataque seguía siendo muy inocente. Antoñito fallaba lo más claro, Reyes nunca veía al compañero mejor situado y Darío Silva nunca estaba donde se le precisaba. Caparrós cambió de ariete uruguayo, pero lo que permitió al Sevilla volverse a meter en la pelea fue una decisión de Iturralde, que pitó penalti en un agarrón de García Calvo a Javi Navarro. Reyes sí acertó desde los once metros (y lo tuvo que hacer dos veces, pues el árbitro mandó repetir el lanzamiento) y los de Nervión pelearon a cara de perro en los quince minutos finales en busca del empate. Lo pudo lograr Hornos si no falla un control en un balón interior de Reyes y pareció increíble que no lo materializara Carlitos, tras peinar Javi Navarro y dejarlo sólo en el área pequeña, pero el de Mairena remató fuera.

El Atlético estaba roto y ni la salida de Jorge, Santi o Musampa en los instantes finales les dio aire para vivir sin sobresaltos los minutos finales. Pero el Sevilla amagaba y no daba, como hizo durante toda la noche su joven estrella, Reyes. Todo lo contrario ocurrió en el caso de Fernando Torres, que aunque estuvo más apagado que en otras ocasiones, sí supo finiquitar de manera certera la jugada que puso por delante a los suyos. El resultado de ayer en el Calderón hubiera sido bastante bueno para una ida copera, pero lo de ayer era otra historia y si el equipo de Nervión no mejora en su pegada tampoco tendrá nada que hacer en el torneo del k.o. Ayer, bien es cierto que le faltó su más certero rematador Julio Baptista, pero cifrarlo todo a un sólo jugador en así de peligroso.

Se supone que el Sevilla tiene otros especialistas, pero uno, Darío, hace ya muchas jornadas que se queda en aparentar que pelea, pero nunca está a la hora del remate. Antoñito no tuvo fortuna en las dos que dispuso y Hornos y Carlitos tampoco arreglaron nada. Pero la competición no deja mucho tiempo para lamentarse y la Copa debe servir para resarcirse de esta nueva decepción.

Ficha técnica

At. Madrid: Juanma; Gaspar, García Calvo, Simeone, Sergi; Aguilera (Santi, m. 79), De los Santos, Ibagaza (Musampa, m. 89), Nano, (Jorge, m. 68); Torres y Nikoalidis.

Sevilla: Esteban; Alves, Alfaro, Navarro, David; Redondo, Torrado (Carlitos, m. 84), Martí, Reyes; Antoñito y Silva (Hornos, m 71).

Goles: 1-0, m. 43: Torres remata un balón dentro del área a pase de Aguilera. 2-0, m. 70: Nikolaidis de cabeza al saque de una falta de Ibagaza. 2-1, m. 75: Reyes, de penalti.

Árbitro: Eduardo Iturralde González, del Comité Vasco. Mostró tarjeta amarilla a De los Santos (m. 13), Sergi (m. 55), Nikolaidis (m. 64), Garía Calvo (m. 74), Juanma (m. 93), Musampa (m. 94), en el Atlético, y a Torrado (m. 23), Reyes (m.39), Navarro (m. 63), Alves (m. 83), en el Sevilla.