Estados Unidos: Obama no quiere ser otro pato cojo

Después de las elecciones legislativas que en noviembre hicieron a los demócratas perder definitivamente el control del Congreso, muchos analistas empezaron a considerar a Obama un cadáver político atado de pies y manos hasta el final de su mandato. Pero el primer presidente negro de la historia de EE.UU. dejó claro desde el principio que no estaba dispuesto a que sus dos últimos años de mandato fueran un triste epílogo. Poco después de su derrota electoral, enfurecía a los republicanos al imponer por decreto una ambiciosa reforma migratoria y anunciar el histórico restablecimiento de las relaciones diplomáticas con la Cuba castrista. El otro gran quebradero de cabeza del presidente en 2014 ha sido la amenaza fanática del autodenominado Estado Islámico, irradiada desde Irak y Siria.

Llega el deshielo entre EE.UU. y Cuba

Fotografía: AFP - Después de más de cincuenta años de hostilidades, Washington y La Habana anunciaron el 17 de diciembre el restablecimiento de las relaciones diplomáticas, un hecho histórico que sorprendió al mundo entero y que allana el camino hacia el fin del embargo económico contra la isla. El anuncio fue fruto de más de un año de conversaciones secretas, la mayor parte en Canadá, impulsadas por el Vaticano y el Papa Francisco personalmente. Ese mismo día regresaba a EE.UU. el contratista preso Alan Gross y a Cuba los tres espías del grupo de «Los Cinco» que seguían en la cárcel. Antes de la noticia bomba, el régimen castrista se apuntó tantos internacionales con su colaboración en la lucha contra el ébola en África y el comienzo de las negociaciones con la Unión Europea hacia un acuerdo de asociación. Mientras, sus reformas económicas continúan a paso de tortuga, con retos como la necesaria unificación monetaria o la llegada de inversiones extranjeras.