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JUVENTUD E INFANCIA

Los niños, protagonistas del día a día

Los más pequeños y los adolescentes son una parte importante de la población de Rivas, el municipio más joven de la región. Distintas iniciativas les permiten elevar su voz y su opinión.

Rivas es una ciudad joven. La más joven de la Comunidad de Madrid. No sólo porque su historia más reciente y su reconstrucción comenzara a mediados del siglo pasado, ni siquiera porque el 90 por ciento de sus viviendas tengan menos de 20 años.

La juventud de la que disfruta se encuentra en sus ciudadanos. Según el último estudio del Instituto regional de Estadística sobre población, de 2005, el 75 por ciento de los vecinos de Rivas Vaciamadrid tiene menos de los 45 años, apenas un 3 por ciento tiene más de 65 años, y la edad media de la población no supera los 30.

Sin embargo, el dato más significativo apunta a la población más joven, a la menor de 18 años, e incluso a la que se encuentra por debajo de esta edad: el estudio indica que el 23,3 por ciento de los ripenses no supera los 15 años.

No es extraño, por tanto, ver a familias jóvenes con bebés o niños pequeños en algún parque paseando. Del mismo modo que no es raro toparse con algún colegio o instituto que se construye nuevo cada año en medio del pueblo, o en los nuevos barrios.

"Hemos estado inaugurando un colegio cada año", explica Jayza garcía Reca, concejal de Educación de Rivas, para evitar que los colegios se saturen. No puede ser de otra manera. La ciudad ya cuenta con 12.000 jóvenes menores de 15 años, de los cuales están escolarizados más del 95 por ciento.

A eso hay que sumar que cada año llega un promedio de 1.000 nuevos niños al municipio cada inicio de curso, o en mitad de este.

Aunque la competencia en educación pertenece a la Comunidad de Madrid, la necesidad de abrir nuevos centros con tanta celeridad ha obligado al Ayuntamiento a encargarse de financiar, por adelantado, la mayoría de los colegios; aunque finalmente los asume la Consejería regional de Educación.

En este sentido, el Ayuntamiento ha mantenido una apuesta clara por la educación pública sobre la privada y la concertada. El último de los colegios inaugurados, abrió el pasado curso. Bautizado con el nombre del escritor Hans Christian Andersen, del que se celebraba el centenario de su muerte, este colegio representa el centro escolar número 14, dedicado a la Primaria –la etapa en la que más inscripciones se dan al año-.

A estos centros de Primaria se suma uno de carácter privad; además de cinco institutos públicos de Secundaria, otras cinco escuelas infantiles y una casa de niños, para pequeños no escolarizados.

El Foro de la Infancia.

La destacada proporción de niños en el municipio ha llevado al Consistorio a realizar diferentes políticas dirigidas a ellos. Una de las más originales está enfocada a su participación y a la toma de decisiones.

Al fin y al cabo, en Rivas Vaciamadrid, donde la participación de los vecinos es un eje fundamental, la voz de estos pequeños “ciudadanos” no podía quedar tampoco ahogada. La intención es que también los niños puedan expresar su opinión en espacios de participación, más allá del mero buzón de sugerencias.

Uno de estos espacios es el llamado Foro Infantil: una asamblea en la que más de 600 niños menores de 13 años se reúnen, para expresar sus reivindicaciones, quejas y sugerencias sobre temas como la ciudad, el tiempo libre, la familia o la educación.

En sus reuniones los pequeños plasman su opinión y su punto de vista sobre todos estos problemas en dibujos, en juegos y actividades, que cada año reúnen en un documento, para tratarlas después en una especie de pleno, ante el Ayuntamiento.

El año pasado, el resultado de estas reuniones, en las que participó un total de 500 pequeños, quedó recogido en el Libro Blanco de la Infancia, con todo el trabajo —y es mucho— de estos pequeños asamblearios.

El Foro no es el único lugar donde los pequeños toman la palabra. De forma paralela, cada año, diferentes colegios participan en una iniciativa parecida. En grupos de trabajo, con los propios profesores, los jóvenes crean mesas de discusión, cuyas conclusiones se exponen en una asamblea conjunta al final de curso.

La última se celebró a principios de junio, y la siguiente tendrá lugar junto a asambleas parecidas de San Sebastián y Barcelona a través de videoconferencia, para intercambiar sus puntos de vista sobre esta ciudad. Más joven y suya que nunca.

Entre los adolescentes, la participación en la vida del municipio se materializa de manera más directa. La Casa de la Música Rosendo Mercado es un buen ejemplo de ello. Es una de las cuatro Casas de la Juventud que existen en el municipio, y está gestionada por un consejo formado por los propios usuarios del edificio. En este centro, donde los nuevos grupos dan lo mejor de su música, los jóvenes “gestores” deciden desde la programación anual a la organización de las salas.

Otro “experimento” más innovador en la participación directa se está dando desde hace meses en otra de las casas de la juventud. En este caso en la del Casco Antiguo, que se ha quedado pequeña. Son los propios jóvenes los que están llevando las riendas del proyecto de su ampliación, llamado la Casa más Grande, que consiste en la construcción de un nuevo edificio más moderno en el parque Casa Grande.

Formados en una asamblea, se encargan de decidir cuáles son lo nuevos usos, las necesidades e incluso de consultar con el arquitecto hacia donde se dirige el proceso de construcción, y elaborar con él el diseño de la que, al fin y al cabo, será su “casa”.