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DORMITORIOS

ESTILO ÍNTIMO

TEXTO IÑAKI MARTÍNEZ 

El dormitorio es una estancia en la que muchas veces sólo estamos el tiempo justo para dormir, pero que debe transmitir una sensación de relajación y bienestar que induzca el sueño, al tiempo que constituya un refugio para nuestra intimidad. 

El dormitorio es quizá la estancia más íntima de la casa. Como su nombre indica, es un cuarto que se emplea fundamentalmente para dormir, aunque cuando la vivienda no es muy espaciosa en muchas ocasiones ejerce también el papel de cuarto de estar o de juegos, sobre todo en el caso de jóvenes y niños. 

El elemento principal de esta habitación es la cama. Ella es el centro de la composición y a su alrededor se articulan el resto de muebles que conforman el mobiliario. Una de las partes más destacables, y la 
que marca el estilo de la cama, es el cabecero. Modificando éste o eliminándolo, como es la tendencia actual, podemos dar un aire totalmente diferente a nuestro dormitorio. 

La sustitución del cabecero típico por una especie de murete, de obra o de madera, va a transformar un cuarto clásico en otro mucho más moderno. Además, esta acción se presta a muchas variantes, casi tantas 
como seamos capaces de imaginar, y también nos permite ganar un espacio extra para organizar la ropa de cama o lo que necesitemos. Si no estamos por la labor de hacer mucha obra en casa, podemos sustituir el cabecero por un murete de madera al que irá pegado la cama. 

Éste puede tener un fondo de unos 25 centímetros y una anchura que supere a la de la cama por ambos lados. Irá rematado en su parte superior por una tapa abatible que nos de acceso a su interior, donde podremos guardar la ropa de cama o aquello que deseemos. Es como una especie de canapé pero en vertical. Esta idea se puede combinar con unas estanterías laterales que nos van a dar mucho más espacio para situar objetos de decoración, libros o el despertador. 

Si esto nos parece complicado, podemos optar por dejar la cama pegada a la pared desnuda. Esto proporciona un aspecto de sencillez a la vez que visualmente aumenta las dimensiones del dormitorio. Si utilizamos la alcoba no sólo para dormir, realizar un cabecero que sea a la vez una librería puede ser una idea a tener en cuenta. Además de disponer de mucho espacio para colocar objetos, proporciona al cuarto una 
fuerza destacable, sobre todo si hacemos que la librería llegue hasta el techo. 

Modificar algo 

A veces, pequeñas intervenciones producen profundos cambios. Podemos probar esto manteniendo el cabecero, pero cambiando el material en el que está realizado. Los de madera son elegantes y quedan bien en 
cualquier cuarto. Podemos elegirlos rectos u ovalados. También podemos decidirnos por los cabeceros entelados, en la línea más clásica o, por el contrario, optar por algo rompedor, como es colocar una celosía, 
una red o un tapiz haciendo las veces de cabecero. Puede que parezca que la cama está así menos protegida, pero nadie podrá poner en duda la originalidad de esta propuesta. 

Manos a la obra 

Lo primero que tenemos que tener en cuenta antes de iniciar la decoración de nuestro dormitorio son las necesidades que tenemos y las características del cuarto. No es lo mismo diseñar la decoración de un dormitorio amplio, con vestidor y baño incluidos, que uno pequeño en el que apenas si caben la cama y una mesita de noche. Lo más habitual suele ser que un dor mitorio cuente con una superficie entre 9 y 12 metros cuadrados. En un espacio de estas dimensiones no es muy conveniente colocar muchos elementos para evitar la sensación de abigarramiento y agobio. 

Si no disponemos de un armario empotrado, y tenemos mucha ropa que guardar, necesitaremos un mueble donde colocarla. Una cómoda es la mejor solución. Son amplias, disponen de varios cajones que facilitan mantener la ropa ordenada y además nos permiten colocar algunos complementos en su parte superior que terminen de completar la decoración. 

Si con esta solución no es suficiente, y seguimos necesitando más espacio, un cabecero mural o un canapé como base de la cama pueden servirnos de ayuda sin comerse espacio en el dormitorio. Otro elemento que no puede faltar en cualquier alcoba son las mesitas de noche. Bien formando parte del cabecero o independientes son muy útiles para dejar las gafas, un vaso con agua o el libro que tenemos por costumbre leer 
en la cama.



 


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