Un siglo contado por ABC
Las últimas horas del presidente
Dallas 23.
Estas fueron las últimas horas
de la vida del presidente Kennedy:
Sale del hotel de Port Worth. Lleva
la cabeza descubierta. A pesar de que llueve, no usa ni impermeable ni
abrigo. Durante varios minutos conversa con un grupo de demócratas.
El presidente excusa la ausencia de su esposa: «Ella necesita algún
tiempo más para prepararse».
El presidente y la señora Kennedy
asisten al desayuno ofrecido por la Cámara de Comercio de Fort
Worth en el hotel Texas. Ambos son aplaudidos por los 2.500 invitados
allí presentes. Les son entregados algunos obsequios: un par de
botas tejanas a cada uno y al presidente un sombrero típico de
Texas. «Lo reservaré para ponérmelo en la Casa Blanca,
el lunes», dice bromeando.
10,35. El presidente y su esposa abandonan el hotel Texas y se dirigen
en automóvil al aeródromo militar de Carswell para iniciar
el vuelo hacia Dallas.
11,37. Llegada a Dallas. La señora Kennedy baja la primera del
avión y, sonriendo, estrecha las manos que se le tienden. Lleva
un ramo de rosas rojas. El presidente se ve rodeado por numerosas niñas
que lo vitorean. El matrimonio toma asiento en un automóvil que,
precedido y seguido por otros, entra en la carretera de Dallas, situada
a unos 20 kilómetros del aeropuerto.
12,30. La caravana de automóviles penetra en un paso subterráneo
que conduce a la autopista de cinco calzadas. Al salir del túnel,
repentinamente, se oyen disparos. El presidente, herido en la cabeza,
se abate contra el asiento. A su lado, herido en la espalda, se desploma
igualmente el gobernador Connally. La señora Kennedy acaricia la
cabeza ensangrentada de su esposo, al tiempo que grita: «¡Oh,
no!». La caravana de automóviles se dirige al hospital Parjland,
cerca de Dallas Trade Mark. Dos sacerdotes católicos le administran
los últimos sacramentos.
13,00.Muere el presidente de los Estados
Unidos.
Efe.
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