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Herederos entre los que reinará Felipe

Victoria de Suecia

Cuando hace veintisiete años los cañones de Palacio, en un día soleado, anunciaron el nacimiento de una niña, todavía existía la ley de 1810 según la cual el primer varón heredaría la Corona. En 1980, por gracia del voto mayoritario del Riksdag, la pequeña princesa que tenía solamente tres años, se convirtió en futura soberana y primera mujer desde hace más de trescientos años en ceñir la Corona sueca. 

Victoria Ingrid Alicia Desirée, Princesa de Suecia y Duquesa de Västergötland, por cuyas venas corre sangre española (su abuela materna procede de Toledo), por expreso deseo de sus padres vivió hasta que tuvo dieciocho años una existencia sin excesos protocolarios. La prensa ha seguido todos y cada uno de sus pasos y muchas revistas del corazón le han adjudicado romances. Sin embargo solamente se le han conocido dos amores: Göran Collert, hijo de un banquero sueco, y su actual «suspirante», Daniel Westling, un joven al que Victoria califica como «amigo masculino» que no ha conseguido el beneplácito de los Reyes como su futuro esposo. Casarse no será una cuestión fácil. El día que Victoria se enamore de verdad tendrá que obtener, según la Ley, el visto bueno del Rey y del Parlamento. De no ser así el Trono pasará a su hermano, el príncipe Carl Philip. 


Discreta, guapa, con enormes ojos de gacela y ese aspecto deportista y sano tan típicamente nórdico, Victoria, «Vickan» para sus amigos más íntimos, la única mujer que reinará en Europa en un futuro próximo, ha asumido con entusiasmo y grandes dosis de encanto su papel como futura reina de Suecia. Nadie duda de que la Kronprinsessa, que en varias ocasiones ha consagrado públicamente su vida a su pueblo, será una soberana modelo. Sabe que siempre deberá mantenerse fiel a su imagen y a su rango, que no podrá hacer lo que le plazca y que deberá actuar con discreta dignidad para así mantener el difícil equilibrio entre las exigencias protocolarias y la espontaneidad de su carácter. 
En 1996, acosada por los medios de Información, descontenta con su aspecto físico y sin querer aceptar que su vida nunca sería como la de los demás jóvenes de su edad, sufrió una crisis a la que siguió una anorexia galopante que la hizo huir a Estados Unidos. 

La anorexia «era como estar en un tren en marcha del que no podía bajar a pesar de saber que iba camino del desastre». Animó a sus padres para que informaran oficialmente de su enfermedad y una vez en Estados Unidos empezó a comprender y aceptar su situación. 


Hija de Carlos XVI Gustavo y de Silvia Sommerlath, nació el 14 de julio de 1977 y es la mayor de tres hermanos. Tras una completa formación en Suecia y en el extranjero, incluidas prácticas militares, Victoria empezó a representar a Suecia y mantuvo un intenso contacto con las fundaciones que preside. Últimamente dedica la mayor parte de su tiempo a sus actividades oficiales y su agenda semanal está repleta de visitas al extranjero, a hospitales, colegios e industrias. También trabaja activamente en varias organizaciones humanitarias.


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