Los
Príncipes de Asturias expresaron su "ilusión
y satisfacción" por el futuro nacimiento de su
hijo, que "colma así nuestros deseos de formar
una familia" y "refuerza la estabilidad y continuidad
institucional para el mejor servicio de la Corona a España".
A su llegada a la sede de la presidencia del Gobierno balear
para iniciar su visita oficial a Balears, el Príncipe
don Felipe comentó que la princesa doña Letizia
Ortiz y él mismo "no podemos ocultar la felicidad
que sentimos ante el futuro nacimiento de nuestro hijo",
añadiendo que querían "hacer partícipes"
de esta buena nueva a los ciudadanos de las islas.
En su discurso de bienvenida, don Felipe aseguró que
"aspira", junto a doña Letizia, "disfrutar"
de Balears en "los años venideros" de la
"hospitalidad que vengo disfrutando durante el periodo
estival" durante "los años de mi vida".
"La belleza de sus paisajes y costas, la personalidad
específica de cada una de las islas, la riqueza de
su patrimonio cultural, artístico, lingþístico
y monumental, el carácter reservado y hospitalario
de sus gentes, la capacidad para conjugar tradición
y modernidad, o su indudable valor medioambiental", destacó,
don Felipe, quien comentó que éstas son "algunas
de las muchas características que hacen de este archipiélago
un símbolo de paz, luz y alegría que cada día
cautiva a más gentes del mundo entero".
"Somos conscientes de lo mucho que debemos a estas islas
en términos de nuestra dimensión mediterránea
y de nuestra proyección europea y universal",
dijo Don Felipe que, con la atenta mirada de la Princesa de
Asturias, afirmó que le "llena de alegría"
que Baleares sea el primer destino de la primera visita oficial
a toda una Comunidad Autónoma de "nuestro matrimonio",
lo que supone "un paso importante en lo que significa
nuestra vida de trabajo al servicio de los españoles".
"Sin duda que esta visita servirá para afianzar
la gran admiración que sentimos por estas islas y por
sus ciudadanos, y hará que las jornadas que hoy iniciamos
permanezcan en nuestra memoria de una manera muy especial",
señaló.
El Príncipe quiso subrayar, delante de todas las autoridades
y ciudadanos presentes, la "importancia institucional
que otorga a esta visita, que se enmarca en mi profunda vocación
de servir a España y a todos los españoles con
la mayor devoción y eficacia desde el más estrecho
conocimiento y contacto con sus diversas tierras, culturas
y realidades".
El Príncipe explicó que a lo largo de su vida,
ha seguido con "particular atención el desarrollo
tan importante que se ha producido en estas islas, el incremento
de su nivel de prosperidad y de calidad de vida de sus habitantes".
"Balears disponen de un tejido socioeconómico
sólido, activo más allá de nuestras fronteras
por la fuerte proyección internacional de algunos sectores
que ha conseguido, en tan sólo unas décadas,
que esta Comunidad Autónoma se haya podido situar en
vanguardia de las regiones europeas más prósperas
y avanzadas", señaló el Príncipe,
quien destacó que este resultado es "producto
del mérito compartido por gentes laboriosas, emprendedoras
y dinámicas, que siempre se han mostrado dispuestas
a aceptar el desafío de adentrarse en la modernidad
con paso firme y seguro sin renunciar a sus señas de
identidad".
Don Felipe resaltó que la sociedad balear "progresa
hacia el futuro guiada por la voluntad de afianzar y ensanchar
unas cotas de bienestar asentadas sobre los pilares de la
tolerancia, el respeto mutuo, la cohesión, la pluralidad
y la generosidad, que definen su carácter hospitalario
y afable".
Por su parte, el presidente del Govern, Jaume Matas, reiteró
su felicitación por el nacimiento de su primer hijo,
aunque destacó que "no sólo ellos están
de enhorabuena, sino que España entera se congratula
por una buena nueva que nos afecta a todos". "Balears
se siente muy afortunadas para expresarles esa gratitud del
compromiso de por vida que tienen", comentó Matas,
quien trasladó a los Príncipes el proceso de
transformación de la sociedad balear, aunque resaltó
que las islas "trabajan con ímpetu para poder
desarrollarse, en pie de igualdad y solidaridad de ida y vuelta,
que no obvie las desventajas de la insularidad que reconoce
la Constitución española".
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