«Siempre
pensaremos en España y en el bienestar de los españoles»
Don
Felipe pronunció un brindis en el banquete de la Boda, en el
que resaltó el ejemplo de Sus Majestades los Reyes y expresó
el compromiso de que la Corona siga contribuyendo a la estabilidad institucional,
la integración y la cohesión del país
LUIS AYLLÓN/
Su
Alteza Real el Príncipe de Asturias aseguró en los brindis
del banquete celebrado en el Palacio Real, que él y su esposa,
Doña Letizia, siempre pensarán en España y estarán
dedicados al bienestar de los españoles.
El
discurso de Don Felipe, siguió al pronunciado por Su Majestad
el Rey, y las palabras que espontánemente dirigió a los
1.600 invitados a la Boda el padre de la novia, Jesús Ortiz.
El Heredero de la Corona comenzó con dos afirmaciones claras,
una consecuencia de la otra: «Soy un hombre feliz» y «Me
he casado con la mujer que amo». Después, un anuncio: «El
servicio a los españoles es el gran compromiso personal e institucional
con el que Letizia y yo iniciamos ahora una nueva etapa en nuestra vida».
Refiriéndose
a ese compromiso, indicó que «transciende de lo meramente
personal», y agregó: «Desde muy pequeño he
sido consciente de mis responsabilidades y la lealtad al Rey junto al
sentido del deber han guiado mi vida. Pues bien me siento orgulloso
de que Letizia se incorpore desde hoy a este proyecto con convicción
y responsabilidad; y quiero que todos sepan lo agradecido que estoy
a Letizia por su entrega y determinación a lo que dicho proyecto
conlleva.
En
el camino que hemos de recorrer contamos con el ejemplo impagable de
Sus Majestades los Reyes. De Su Majestad el Rey, que junto a una generación
de grandes patriotas consiguió la reconciliación de los
españoles, protagonizó el establecimiento y la consolidación
de la democracia y ha ejercido de forma impecable sus funciones constitucionales.
De Su Majestad la Reina, con su apoyo constante y permanente al Rey,
su sensibilidad, su disponibilidad y su ejemplo. Ambos han conseguido
que la Corona sea una institución útil al servicio de
España y respetada y querida por los españoles.
Y
aunque las circunstancias serán diferentes y también las
personas, mi vocación de continuidad con ese modelo y con su
ejemplo de servicio es rotunda y firme. Deriva de una intima convicción
y mi compromiso permanente de que la Corona siga contribuyendo a la
estabilidad institucional de España, a la integración
y cohesión de los españoles y a ser garantía de
su libertad y progreso. Majestad: no tengáis ninguna duda de
que siempre pensaremos en España y de que toda nuestra vida estará
dedicada al bienestar de los españoles».
El
Príncipe agradeció las muestras de cariño y generosidad
a sus familiares y a todos los que han contribuido al buen desarrollo
de la Boda, y terminó con un recuerdo para las víctimas
del 11-M, a quienes -dijo- «no les fue permitida criminal y brutalmente
seguir viviendo sus ilusiones y desvelos».
En
el Patio del Príncipe, cubierto con una gran carpa y engalanado
con tapices y alfombras de las Colecciones Reales y bellos arreglos
florales en las mesas, se instaló la mesa principal, ocupada
por los recién casados, Sus Majestades los Reyes, los padres
de Doña Letizia y jefes de las Casas Reales y presidentes de
otros países. Otras mesas estuvieron presididas por las Infantas
Doña Elena y Doña Cristina y Doña Pilar y Doña
Margarita.
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