Muerte en la escuela

Había bombas en las paredes, en los techos, en los aros de la pista de baloncesto de la escuela número 1 de Beslán, Osetia del Norte.

El viernes 3 de septiembre, unas 1.200 personas, entre niños y adultos, esperaban aterradas el final de una pesadilla que había empezado 72 horas antes, cuando un grupo de terroristas se adueñó del pequeño gimnasio, al principio del curso.

Los guerrilleros de Shamil Basáyev pedían el fin de la guerra en Chechenia y el reconocimiento de la independencia de esta república norcaucásica.

Lo que ocurrió a continuación llenaría de sangre los periódicos del mundo: una explosión provocó una confusa e improvisada operación de rescate que duró varias horas y que terminó con más de 330 cadáveres.