Galicia. Vino y marisco, embajadores de una gran tradición rural.
El eslogan empleado hace una década de “Galicia calidade” es, en la actualidad, un mero resumen de las excelencias de los productos y alimentos de una comunidad donde el entorno rural sigue teniendo un gran peso y mantiene sus tradiciones culturales y gastronómicas. Pese a que durante décadas las excelencias de la cocina gallega estuvieron denostadas, las distintas políticas de promoción y puesta en valor de los productos autóctonos han dado paso a una etapa de reconocimiento de productos como los vinos blancos, entre los más prestigiosos de nuestro país, el queso, la ternera, los clásicos pimientos o la patata.

Marisco gallego. El tesoro de las costas es el maridaje perfecto para los vinos blancos de Galicia.
Tiendas gourmet
Aniceto Rodríguez
Cantón Pequeño, 23. A Coruña. Tel.: 981 22 14 38.
Almirez
Dr. Tejeiro, 34. Santiago de Compostela. Tel.: 981 56 50 99.
Sin duda, los mejores embajadores de Galicia son sus vinos. Cinco Denominaciones de Origen dan cuenta del prestigio de los vinos gallegos: Ribeiro, Rías Baixas, Monterrei, Valdeorras y Ribeira Sacra. El elemento clave son las variedades propias de uva como Ribeiro y Albariño. Menos sofisticados pero con una larga tradición, los licores son el digestivo perfecto para las copiosas comidas.
Otra de las joyas de la gastronomía gallega son sus quesos. Aunque la tradición artesanal multiplica las variedades de quesos que se venden en los mercados (en ocasiones hechos en casa), son las variedades de Tetilla, Arzúa, San Simón y Cebreiro las que copan el escaparate, plato de marqueses si se acompañan con miel.
Y hablar de los alimentos de Galicia y olvidar sus carnes de ternera no deja de ser un pecado venial. En los inmejorables pastos del Fogar de Breogán se crían especímenes que acabarán por convertirse en chuletones, costillares o suculentos bistecs. Y no sólo de vaca vive el hombre, porque no hay que dejar atrás a un cerdo que sirve de materia prima para el lacón, un producto del que sus 9.100 piezas anuales dan perfecta muestra de su uso en las cocinas gallegas. Dentro de las últimas iniciativas de la política agrícola autonómica está la remisión a la administración central de los expedientes del botillo, la androia, el jamón y el chorizo.
El resto de los tesoros de la comunidad se esconde en las huertas (patatas, pimientos y grelos) y en el mar. Además, de la Mariña Lucense se exporta al resto de Galicia la faba de Lourenzá, condimento indispensable para un buen pote, en el que se acabará mojando una buena hogaza de pan de Cea, con su corteza robusta y tostada al horno de piedra. De postre, una ración de Tarta de Santiago. Todo sea por una bendición del Apóstol.