Religión. El papa viajará a Tierra Santa este año
Para Benedicto XVI, el año 2009 traerá la realización de dos sueños muy queridos, su primer viaje a África y su primer viaje a Tierra Santa. El Papa visitará Camerún y Angola en marzo, y planea viajar a Israel y Palestina en mayo siempre que ningún brote de violencia, la enfermedad crónica en Medio Oriente, no lo eche todo a perder. El año 2009 podría incluir algún viaje internacional más en otoño, pero en el Vaticano casi nadie apuesta en firme: se tiene la impresión de que las salidas largas serán cada vez más esporádicas.
Por motivos de agenda, salud y edad, Benedicto XVI renunció el pasado otoño a acudir en enero del 2009 a la Ciudad de México para participar en el VI Encuentro Mundial de las Familias, sucesor del celebrado en julio del 2006 en Valencia con asistencia del Papa, que resulto un gran éxito en todos los sentidos.
El pasado septiembre, al regreso de la visita apostólica a Paris y Lourdes, la agenda de viajes del Papa estaba por primera vez a cero, sin que hubiera ningún país favorito para la próxima gira. El Santo Padre reveló personalmente el destino de su próximo viaje anunciando al Sínodo de Obispos su deseo de «viajar a Camerún el próximo mes de marzo para entregar a los representantes de todas las conferencias episcopales de África el documento de trabajo del próximo Sínodo de África», que se celebrará en Roma en octubre del 2009.
Evangelización de Angola
Benedicto XVI añadió que «si Dios quiere, deseo continuar viaje a Angola, para celebrar solemnemente el 500 aniversario de la evangelización del país». Aunque el primer bautismo de un angoleño tuvo lugar en 1491 —antes del descubrimiento de América— y es un motivo de orgullo para los cristianos de la ex-colonia portuguesa, la primera evangelización fue un proceso largo, cuya puesta en marcha ya celebro Juan Pablo II en Luanda en 1992.
El Papa quiere viajar a África como gesto de cariño hacia un continente negro marcado por problemas graves de corrupción, pobreza y guerras, pero en el que el cristianismo crece con rapidez hasta el punto de que ya es frecuente encontrar sacerdotes africanos en muchos países de Europa.
Los genocidios en el Kivu y la violencia cristiano-musulmana en Nigeria espolean al Papa a prestar mayor atención a un continente con el que se siente en deuda por haber tenido que dar preferencia en los primeros años de Pontificado a Europa, América y Australia. África no ha podido acoger nunca una Jornada Mundial de la Juventud. La próxima, según anunció el Papa se celebrara en Madrid en el 2001.
El viaje a Israel y Palestina el próximo mes de mayo es uno de los más deseados por Benedicto XVI, experto en Sagrada Escritura y buen conocedor de la religión y la cultura judías, que ha presentado a lo largo de sus años al frente de la Congregación para la Doctrina de la Fe como un elemento que permite comprender mucho mejor el mensaje de Jesús, quien citaba con frecuencia el Antiguo Testamento precisamente para explicar su mensaje en plena continuidad con las promesas de Dios al pueblo elegido, según «redescubrieron»>en toda su plenitud tanto el Concilio Vaticano II, que puso las bases del respeto mutuo, como el Papa Juan Pablo II, que llevó a buen término la tarea de reconciliación al cabo de dos mil años de hostilidad.
Las invitaciones a visitar Israel han sido repetidas a Benedicto XVI por cada primer ministro, cada presidente y cada político israelí que visita el Vaticano, pero llegar a un acuerdo que permita realizarla no es nada fácil.
El Vaticano lamenta que los sucesivos gobiernos de Israel han incumplido la mayor parte de las obligaciones adquiridas en el momento de la apertura de relaciones diplomáticas con la Santa Sede en 1993. Al cabo de 15 años, buena parte de las previsiones del Acuerdo Fundamental siguen sin concretarse, y han sido declaradas letra muerta por varios ejecutivos de los muchos que se han sucedido en Israel.
La Iglesia católica sigue sin tener personalidad jurídica, lo cual impide a parroquias, conventos o santuarios acudir a los tribunales cada vez que alguien ocupa sus propiedades o les causa un daño. A la indefensión jurídica se une la discriminación fiscal, pues no tiene siguiera un estatuto similar al de las ONG internacionales que se dedican a actividades de beneficencia.
Pero lo peor de todo son los continuos retrasos y negativas de visados, que hacen muy difícil el trabajo de las órdenes religiosas y de los seminarios. Si no fuera por el empeño de la Santa Sede y de las órdenes religiosas, la presencia de sacerdotes en Tierra Santa habría disminuido al mismo ritmo dramático que disminuye la presencia de cristianos en Israel y los Territorios Palestinos ocupados. Los cristianos de Tierra Santa, en su mayoría árabes, viven estrujados y hostigados simultáneamente por los sectores más fanáticos del mundo judío y del mundo musulmán.
Aunque por el momento se habla sólo de Jerusalén, en territorio israelí, y de Belén, en territorio palestino, el Vaticano confía incluir Nazaret en la agenda del viaje, de modo que el Papa pueda visitar los tres lugares santos. En cambio, no hay esperanzas de que la entrega del Cenáculo de Jerusalén, prometida a Juan Pablo II en el 2000, vaya a tener lugar tampoco en esta ocasión.
A diferencia de todos los demás lugares santos, conservados amorosamente por las distintas Iglesias cristianas como la Armena, la Ortodoxa, o la Católica, el Cenáculo esta en manos del gobierno israelí, que pensaba entregarlo en 2000. Para hacer más llevadero el gesto ante la opinión publica, el gobierno de Ehud Barak pidió a cambio la devolución de una histórica sinagoga utilizada como iglesia en Toledo. Pero la reacción de España fue muy fría y nuestro país perdió la ocasión de contribuir a recuperar el lugar de la Ultima Cena y de la llegada del Espíritu Santo.