Economía
Vivienda - El año que confirmará la crisis

El año 2008 se antoja crucial para el mercado de vivienda en España. A la espera de conocer los resultados estadísticos definitivos de 2007, tanto el sector inmobiliario como el Gobierno coinciden en que el ciclo ha cambiado y que se ha producido una desaceleración.
En lo que difieren los distintos portavoces es en la profundidad de esa desaceleración. Mientras los intermediarios hablan de crisis en toda regla, los promotores se limitan a hablar de ajuste del mercado. El Gobierno, por su parte, saca pecho y subraya que el precio crece ya a ritmos mucho más suaves y se acerca al IPC.
A sí, mientras la crisis puede tener como factor positivo el hecho de que la vivienda tendrá, en teoría, precios más asequibles, encontramos el inconveniente de que un parón brusco puede hacer que miles de trabajadores pasen a engrosar las listas del paro.

La crisis se traslada al empleo
Los datos de Seopan, la patronal de las grandes constructoras, hablan de dos empleos destruidos por cada vivienda no iniciada. Los del Grupo de Inmobiliarias por la Excelencia, llegan a los 2,5 empleos por cada casa no construida, ya que incluyen no sólo el efecto en construcción, sino también en el esfuerzo comercial para vender las viviendas.
Una rápida multiplicación lleva a un escenario en el que entre 500.000 y 700.000 empleos podrían estar en el aire y ésta es la incógnita que tanto el sector inmobiliario como los responsables económicos del Gobierno esperan que pueda empezar a despejarse en 2008.

¿Qué ha cambiado? Fundamentalmente dos factores. De un lado, las alzas de precios de los últimos años han colocado la vivienda casi como un bien inasequible. Los expertos subrayan que sigue existiendo demanda insatisfecha, pero en unos niveles de precios bastante inferiores a los que oferta el mercado.
En segundo lugar, las hipotecas se han encarecido considerablemente. El famoso Euribor ya no coquetea con el 2% anual, sino que está en el 4,8%. Esta subida ha producido una fuerte presión sobre las familias con hipotecas y también han causado un efecto disuasorio sobre aquellos que quieren comprarse una vivienda, ya que cada vez es menos cierto que por el precio de un alquiler se tenga una casa en propiedad.

Pendientes de los tipos
Los expertos creen que, al menos, el primer semestre del presente año contribuirá a aliviar en algo esta presión, ya que las perspectivas de evolución del euribor son a la baja. Ya hay entidades financieras que hablan abiertamente de la posibilidad de una rebaja de los tipos de interés en la Eurozona a no mucho tardar, dado que el euro está disparado hasta niveles en los que la exportaciones europeas dejan de ser competitivas.
Este efecto puede contribuir a una cierta recuperación de la demanda de vivienda, pero lo que es un hecho es que en 2007 se van a construir menos casas. Los promotores no van a comenzar casas que no saben si venderán y bastante hacen con terminar las que ya tienen comenzadas, así que buena parte del futuro del empleo en el sector pasa por las viviendas de promoción pública.

Y al fondo, los planes de incentivación del alquiler, una modalidad que sigue sin calar entre los españoles pero que con las nuevas ayudas y medidas de protección para quienes se decidan a alquilar sus viviendas puede convertirse en una auténtica alternativa.
En definitiva, el año 2008 tiene todos los visos de convertirse en el de la confirmación de la crisis del mercado de vivienda. Para colmo, la crisis «subprime» ha llevado a las entidades financieras a mirar con lupa cada crédito que se concede, cada subrogación de una hipoteca desde el promotor al propietario de su vivienda, lo que dificulta aún más un cambio de tendencia en un mercado encaminado a la baja desde hace ya algunos años.