|
Nacido en Salzburgo el 27 de enero de 1756, Wolfgang Amadeus Mozart
comenzó a mostrar a una temprana edad su prodigio, sabiamente
observado por su padre, Leopold, quien se convirtió en su
maestro musical, instruyéndole, aconsejándole y promocionándole
artísticamente.
Con apenas seis años, su mentor le llevó de gira
por Europa, consiguiendo los primeros éxitos. Linz, París,
Munich, Viena...fueron testigos de este deslumbrante niño
que había compuesto antes de las doce una sinfonía,
un oratorio y un drama.
Tuvo que abandonar su ciudad natal en 1767 para establecerse en
Viena y allí seguir creando varias sinfonías, algunos
lieder y empezar a cultivar el género operístico.
Su maestría le convierte con 13 años en «Konzertmeister»
(maestro de conciertos) del príncipe-arzobispo de Salzburgo,
aunque éste no supo apreciar su genialidad.
A pesar de su nuevo puesto, el joven Mozart no dejó de viajar
a destinos: Francia e Italia; aunque su deseo hubiera sido quedarse
eternamente, tuvo que regresar a su lugar de origen tras la muerte
de su madre en la capital francesa. Volver a Salzburgo implicaba
ponerse de nuevo a las órdenes del arzobispo.
Su magia y su éxito en sus primeras óperas le permitió
volver a la capital austriaca y abandonar finalmente su cargo. Allí
se casó en 1782 con Constance Weber, nada más y nada
menos que la hermana del amor de juventud del compositor.
Los años del joven matrimonio estuvieron marcados por los
problemas de salud de ambos y la situación de precariedad,
a pesar de que a Mozart no le faltaba nunca un trabajo.
Dejando a un lado la mala situación en la que vivía,
el maestro no dejo nunca de componer y a esta época pertenecen
«El Rapto del Serrallo», «Las Bodas de Fígaro»
o «Don Giovanni» .
En su último año de vida, enfermo y lleno de deudas,
estrenó «La Flauta Mágica» y «La
Clemenza di Tito» y comenzó su último encargo
de una persona desconocida (el conde Walsseg): un Réquiem.
El compositor llegó a pensar que era la propia muerte quien
le anunciaba su destino. Pero la dama negra se adelantó:
Mozart fallecía el 5 de diciembre de 1791 sin haber terminado
esta sublima composición que acabaría Süssmayr.
|