Juan Carlos I Monarquía



PORTADA

La discreta huella de la historia
LAURA REVUELTA

Pedro Chillida es pintor y escultor, e hijo del gran escultor, y humanista, Eduardo Chillida (1924-2002), sin duda, uno de los grandes nombres del arte de las últimas décadas. Hace cinco años, en el veinticinco aniversario de la llegada al trono de Juan Carlos I, fue Eduardo Chillida quien preparó para ABC una portada en la que rendía homenaje –desde el delicado minimalismo de su trazo, inconfundible, casi místico– a tan relevante fecha de nuestra Historia más reciente. Ahora, cuando se cumplen treinta años de la entronización, Pedro Chillida ha aceptado la propuesta de este periódico de dar continuidad a aquella colaboración de su padre, que se guarda como uno de los preciados bienes culturales de la hemeroteca de este periódico. Él es el único de los hijos del inmortal escultor vasco que ha seguido la estela creativa y en su obra, en la que ha preparado para esta portada, ha recogido, reinterpretado, buena parte de la señas pictóricas y formales de su padre, y maestro. Blancos, vacíos, espacios que desprenden la simbología de una pintura trascendente a fuerza de pocos esfuerzos, de pocas pretensiones estéticas porque en la simplicidad reside la clave. El propio título de la obra que aparece en esta portada («Relieve 1») habla de discretas huellas, de sutiles marcas en la memoria de nuestro tiempo, de nuestra memoria.