N. VILLANUEVA
En apenas tres horas, el fiscal-jefe de la Audiencia Nacional ventiló ayer ante el Tribunal del 11-M la primera parte del informe del Ministerio Público. En un relato tan crítico como ordenado, Javier Zaragoza repasó desde los antecedentes de la matanza de los trenes hasta las supuestas relaciones de la organización terrorista ETA con el 11-M.
Así, resumió en siete puntos los pilares en los que se ha sustentado la investigación de la matanza de Madrid. La suma de todos ellos, cientos de pruebas, dijo, apunta a una sola organización criminal, a 28 procesados y a los deseos de un grupo criminal de provocar un vuelco electoral en España. La Fiscalía no tiene dudas de que el explosivo utilizado fue Goma 2 ECO, que la dinamita salió de Mina Conchita; que el chivato Rafa Zouhier jugó un papel fundamental como enlace entre los terroristas de Madrid y la trama asturiana y que los confidentes ocultaron información a sus controladores.
1. Amenazas previas: España era objetivo del terrorismo islamista desde 2003. Un informe que aconsejaba «aprovecharse al máximo de la proximidad de las elecciones», el llamamiento de Bin Laden a todos los musulmanes del mundo para atentar «en cualquier lugar y momento oportuno contra los intereses de varios países, entre ellos España» o el «Mensaje al pueblo español» tras el ataque a siete agentes del CNI, son algunas de las amenazas vertidas en España apenas unos meses antes del 11-M.
2. Las pistas centrales: La furgoneta Renault Kangoo y la «mochila 13» (que no explotó en El Pozo) fueron dos líneas esenciales de la investigación. En la primera aparecieron siete detonadores, una cinta con versos coránicos y restos genéticos de los suicidas Lamari, Kounjaa, Rifaat Anouar y huellas del huido Ouhnane. Cinco funcionarios aseguraron en el juicio que la furgoneta no estaba vacía, sino que en su interior había objetos. Respecto a la mochila de Vallecas, Javier Zaragoza recordó que gracias al teléfono y a la tarjeta con los que se iba a activar la bomba que finalmente no estalló se llegó al locutorio de Zougam, uno de los primeros detenidos. La cadena de custodia de esta bolsa también fue avalada en el juicio, en este caso por siete funcionarios de la Policía.
3. Reconocimientos e identificaciones: El fiscal-jefe aseguró que los reconocimientos de Jamal Zougam que los testigos protegidos hicieron en los trenes son plenamente válidos. Recordó que ha sido identificado por cuatro personas que en sede policial y judicial han aportado datos muy similares respecto a su vestimenta y patrón de comportamiento. El gran beneficiado por estas identificaciones ha sido Basel Ghalyoun, a quien la Fiscalía considera ahora simple miembro de organización terrorista. Bouchar, a su vez, fue identificado por un testigo que en un primer momento señaló a Jamal Zougam.
4. El piso de Leganés. «Algunos letrados han orientado sus interrogatorios para tratar de demostrar que fue una explosión provocada en la que los cadáveres de los siete terroristas fueron colocados allí» previamente congelados. Zaragoza recordó esta rocambolesca teoría para indicar que dos de los suicidas hablaron desde ese piso con sus familias para despedirse; que Bouchar salió corriendo de allí y que en dentro del piso, además de huellas, había abundante material informático, armas y explosivos. Los inhibidores no se utilizaron hasta última hora de la tarde.
5. Confidentes. Tanto «Cartagena» como los procesados Suárez Trashorras y Zouhier ocultaron información a sus respectivos controladores. El primero, que había aportado numerosos datos sobre la gestación de la célula de Madrid, empezó a «introducir matices en sus declaraciones en la línea de determinados intereses». Lo mismo sucedió con Rafa Zouhier, que prestó once declaraciones distintas, siendo sólo válida la información relativa a las reuniones del McDonalds (intercambio de explosivos por droga). Suárez Trashorras nunca facilitó información relevante sobre Jamal Ahmidan ni su intención de deshacerse de explosivos.
6. Explosivos. Lo utilizado por los terroristas fue Goma 2 ECO y Goma 2 EC sustraídas de Mina Conchita. Es cierto que no se puede saber qué estalló en los trenes, pero las muestras recuperadas así lo avalan. Además, 22 de las 23 muestras de restos de los focos de las explosiones tenían dfalato de dibutilo, componente exclusivo de la Goma 2 ECO. «La pericial es una más de las pruebas que tienen que ser valoradas por el tribunal», recordó Javier Zaragoza.
7. Relaciones con ETA. En ninguno de los informes aportados al sumario por Policía, Guardia Civil y Ertzainzta aparece un sólo indicio que avale la vinculación de la banda terrorista ETA con el 11-M. Ni siquiera en los tres atentados en los que ETA ha activado las bombas con teléfonos móviles ha utilizado el mismo sistema que los islamistas. Las declaraciones de Díaz de Mera sobre el supuesto informe que vinculaba a los etarras con el 11-M han sido un «auténtico despropósito» que ha causado un daño irreparable a la institución policial. «Un tribunal de Justicia no es una cadena de radio», dijo el fiscal-jefe, en referencia a la entrevista del ahora eurodiputado en la cadena de los obispos en septiembre de 2006.