Wilhelm Canaris, traidor al nazismo
JUGUETES ROTOS
El ex jefe de la inteligencia militar fue destituido y ejecutado por conspirar contra Hitler
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Iniciar sesiónDe héroe de guerra a traidor. El almirante Wilhelm Canaris murió en la horca el 9 de abril de 1945 en la prisión de Flossenbürg. Fue un acto de venganza de Hitler, que, sabiendo que la guerra estaba perdida, ordenó la ejecución del ... que había sido jefe de la Abwehr, la inteligencia militar, y uno de los oficiales del Reich con una hoja de servicios más notable.
La caída en desgracia de Canaris se empezó a fraguar en 1940 cuando protestó a su inmediato superior, el mariscal Keitel, al frente de la Wehrmacht, de los crímenes cometidos durante la invasión de Polonia. Keitel se lavó las manos y respondió que se limitaba a obedecer órdenes del Führer.
Pero más relevante en su destitución como responsable de la Abwehr a comienzos de 1944 fue su rivalidad con Himmler y, anteriormente, con Heydrich, que sembraron la duda sobre la fidelidad de Canaris. Lo que latía en el fondo fue una lucha de poder, que acabó con la Abwehr, cuyas competencias pasaron a las SS y la Gestapo.
El almirante no era un enemigo fácil, ya que manejaba una gran información y había ascendido por méritos de guerra a la cúpula de la Marina. Se había convertido en una leyenda al fugarse de la isla Quinquina, donde había sido confinado por las autoridades chilenas tras el hundimiento del Dresden por la Royal Navy en 1915 en aguas de ese país. Servía en ese momento como oficial de inteligencia.
Opositores de Hutler
El pretexto de Himmler para hundir la carrera de Canaris fueron las detenciones practicadas en el domicilio de Hanna Solf, viuda de un antiguo ministro del Kaiser, delatada por organizar reuniones con opositores a Hitler. Asistían diplomáticos, sacerdotes e intelectuales. Entre ellos, había un infiltrado de la Gestapo, que informó que varios de los asistentes eran amigos del jefe de la Abwehr.
Canaris ya no dirigía el servicio cuando se produjo el intento de asesinar a Hitler el 20 de julio de 1944 en la 'Guarida del Lobo', su cuartel general en el este. La investigación de las SS inculpó a generales y altos oficiales de la Werhmacht, entre ellos, a Canaris, detenido y confinado en su propia casa. Todos los participantes en la Operación Valquiria fueron condenados a muerte y ejecutados. Junto a él, se sentó en el banquillo el pastor protestante Dietrich Bonhoeffer, ahorcado el mismo día.
El almirante tenía 58 años cuando fue ajusticiado. Nacido en Westfalia en 1887, era hijo de un rico industrial con ascendencia griega. Canaris gustaba de recordar que su familia estaba vinculada a Konstantinos Kanaris, un mito de la guerra de independencia.
A los 17 años, se enroló en la Marina Imperial, donde hizo una brillante carrera que culminó en su nombramiento como almirante. Tenía fama entre sus compañeros de ser un militar valiente, con extraordinarias dotes de observación.
Tras su vuelta a Alemania, fue destinado a la embajada en Madrid porque hablaba perfectamente el castellano. Los últimos meses de la I Guerra Mundial los pasó como comandante de un submarino en el Mediterráneo. En poco tiempo se convirtió en una leyenda tras ser condecorado con la Cruz de Hierro por hundir 18 buques enemigos.
Asesinato de líderes comunistas
De ideología conservadora y monárquica, al acabar la contienda fue uno de los promotores del llamado Freikorps, una fuerza paramilitar para combatir a la izquierda. Baldur von Schirach, dirigente nazi condenado en Nuremberg, aseguró que Karl Raeder, el jefe de la Marina, le había contado que Canaris participó directamente en el asesinato de los líderes comunistas Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht. Sin embargo, detestaba el antisemitismo y no dudó en proteger a oficiales judíos en su servicio de inteligencia. Su debilidad eran los perros, que le acompañaban de forma permanente.
Durante la República de Weimar, volvió a la Armada como jefe de acorazado. Fue subiendo peldaños hasta ser nombrado comandante de la flota alemana en el Mar del Norte. Al llegar Hitler al poder en 1933, fue de nuevo promocionado hasta ser designado como responsable de la Abwehr.
Canaris fue el cerebro que ideó la falsificación de una serie de documentos para inculpar al mariscal Tujachevski y la cúpula militar soviética en una imaginaria conspiración contra Stalin. Éste cayó en la trampa y ordenó la eliminación de Tujachevski, sometido a un ignominioso juicio en Moscú. De poco lo sirvieron al almirante los servicios prestados a Hitler, que ordenó que sus cenizas fueran arrojadas a una fosa común.
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