Trenes blindados: el extraño vehículo armado donde fue capturado Churchill y murió Kim Jong-il

A lo largo de su vida, el norcoreano realizó una docena de viajes al extranjero, casi todos a China, en un aparatoso tren verde blindado. El tren en cuestión cuenta con alrededor de 90 vagones, salas de conferencias, sala de audiencias, dormitorios, teléfonos satelitales y televisores instalados para sesiones informativas, según informó en 2009 el conservador diario surcoreano 'Chosun Ilbo'.

Noticia Relacionada

Datos y argumentos que desmontan el tópico de que España condenó a América al subdesarrollo

César Cervera

Los mitos de la Leyenda Negra sustentaron el mito de la inferioridad de los mexicanos y sirvieron, en su día, para justificar la ampliación de la frontera de EE.UU.

Se especuló siempre con que la elección del tren obedecía al miedo de Kim Jong-il a que un misil derribara su avión, si bien parece más probable que la razón, algo más prosaica, estaba en que la flota de aviones coreana, de fragancia soviética, es demasiado antigua y poco segura (los viajes de estado los realiza este país en aviones más modernos alquilados a China). Lo más paradójico de todo es que, según informaron en su día medios locales, Kim Jong-Il murió en 2011 precisamente a bordo de su tren oficial mientras se dirigía a una visita de inspección a las afueras de Pyongyang.

La idea de usar trenes blindados no es exclusiva de los dictadores y nació con el propio nacimiento del ferrocarril, de modo que a mediados del siglo XIX surgieron los primeros intentos para añadir medidas defensivas (placas de metal, tablones de madera y sacos de arena) y ofensivas (ametralladoras y cañones) a este importante medio de transporte y, lo que resultaba crucial, proteger a los monarcas y jefes de Estado que cruzaban zonas calientes. Se experimentó con ellos en las guerras coloniales inglesas, en la guerra civil americana y en el conflicto franco-prusiano, aunque no siempre con el mismo éxito. Durante las guerras de los boers, Winston Churchill, que ejercía como corresponsal de guerra, viajaba a bordo de un tren blindado cuando un comando rebelde atacó al aparato y se llevó prisionero al aristócrata junto a buena parte de la tripulación.

Durante las dos guerras mundiales, Austria, Polonia, Checoslovaquia y Alemania se lanzaron a la fabricación de estas bestias acorazadas que cada país armaba a su manera. No obstante, fueron los rusos quienes llevaron al siguiente nivel esta tecnología durante su conflicto fratricida de 1917. El vehículo más famoso de todos fue el de León Trotsky, primer presidente del Consejo Revolucionario Militar, que realizó 36 viajes a bordo de un tren con dos locomotoras armadas y doce vagones con baños, sala de reuniones, imprenta, telégrafo, dos garajes para coche y hasta una biblioteca. Los blindados soviéticos iban equipados con cañones de 6 pulgadas, ametralladoras y un blindaje compuesto por chapas de acero. Al final de la contienda las fuerzas bolcheviques disponían de 103 trenes blindados de todos los tipos

España también contó con trenes similares, como así demostró durante la Revolución de Asturias, en octubre de 1934, y posteriormente en la Guerra Civil. Tanto un bando como el otro desarrollaron máquinas de guerra que se movían por las vías del tren sembrando el caos o, en el caso de los blindados defensivos, llevando a buen recaudo a los líderes de la contienda. Los talleres republicanos fabricaron este tipo de transporte por todo el territorio bajo su control con finalidades muy diversas.

La aviación redujo con el tiempo la importancia táctica de los trenes, fáciles de anular desde los cielos, pero siguieron usándose para transportar artillería y soldados hasta el frente en todo tipo de escenarios que admitieran vías. Durante la guerra de Indochina los militares franceses emplearon un tren especial llamado La Rafale y el ejército cubano de Fulgencio Batista operó un tren acorazado durante la Revolución cubana. Además, los soviéticos los usaron durante toda la Guerra Fría. Incluso en la guerra de Ucrania se ha reportado el uso de un tren acorazado compuesto por dos locomotoras diésel para aportar al flanco sur de la invasión rusa.