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ABC Cultural

Tragedia en Rusia: las ocho horas de agonía antes de asfixiarse de los marineros del submarino Kursk

El 'Titán' no es el primer sumergible que se pierde bajo las aguas: el 12 de agosto del 2000, una nave de la clase Óscar se hundió con 118 almas en su interior

El factor que podría añadir horas de supervivencia a los tripulantes del Titán

La gesta que solo superó James Cameron: la inmersión suicida de Piccard hasta los 11.000 metros

Sigue la última hora del submarino desaparecido del Titanic

El submarino Kursk, de la clase Óscar, era uno de los más modernos de su época AP
Manuel P. Villatoro

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Era imposible escapar de aquel ataúd metálico. No había oxígeno, tampoco esperanza. La única válvula de escape para los pocos marineros rusos que se hundieron hasta lo más profundo del mar de Barents, en el corazón del submarino Kursk, fue la pluma. «Somos 23 ... personas. Nos encontramos mal. Estamos debilitados por la acción del monóxido de carbono que se produjo durante el incendio. La presión en el compartimento está aumentando. No sobreviviremos más de 24 horas», escribió uno de ellos. Aquellas líneas dejaron testimonio de una agonía que se extendió durante ocho horas desde que la nave se hundió por culpa de una explosión fortuita durante unos ejercicios navales. O eso dijo el Kremlin.

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