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ABC Cultural

Roberto Villa: «Al acusar a Alfonso XIII, la II República no buscaba la verdad, sino legitimar su régimen»

El historiador granadino publica '1923. El golpe de Estado que cambió la historia de España', un ensayo en el que analiza el levantamiento militar de Primo de Rivera que acabó con nuestro régimen constitucional más longevo

Contra los mitos de la Segunda República: el debate «sesgado» por la izquierda y la derecha desde la Guerra Civil

Alfonso XIII, con el general Primo de Rivera, en el primer despacho que celebró al día siguiente del golpe de Estado de 1923, en el Palacio Real Alfonso Sánchez
Israel Viana

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Cuenta Roberto Villa (Ítrabo, 1978) al comienzo de su ensayo que, en agosto de 1931, las Cortes Constituyentes de la recién proclamada Segunda República crearon una comisión de «responsabilidades políticas», con el objetivo de juzgar al que hasta cuatro meses antes había sido ... el Rey de España. Una especie de tribunal parlamentario para decidir si Alfonso XIII era culpable o no de haber apoyado el golpe de Estado de 1923. En realidad, asegura el historiador en la introducción, «la culpabilidad del reo se daba por descontada, y no porque los diputados tuvieran muy claro de qué acusarle y los indicios que debían reunir, sino porque de esa sentencia dependía la legitimidad de una república inmersa en un proceso de institucionalización».

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