De Puente Genil a las antípodas, pasando por Qatar: la historia tras los Ximenez, los españoles que iluminan la Navidad

Uno de sus grandes hitos fue iluminar la Quinta Avenida de Nueva York en Navidad, pero este 2022 se ha cumplido otro: llegar a las antípodas. En estas fiestas, la empresa será la encargada de la iluminación de las principales calles de la ciudad neozelandesa de Motueka.

Ximenez Iluminación alcanza con esto el punto más lejano del planeta en el que ha trabajado hasta ahora desde su nacimiento en 1945. Tal como explican, más de 20.000 puntos de luz con el sello de Ximenez Group viajarán hasta llegar a Nueva Zelanda. Se trata concretamente de una veintena de motivos LED de gran tamaño, que han sido fabricados y diseñados especialmente para esta localización en las instalaciones de Puente Genil (Córdoba).

No obstante, la empresa no solo se dedica a iluminar festividades como la Navidad. Ejemplo de ello es el proyecto de iluminación personalizado que han realizado para el Mundial de Fútbol de Qatar. 

Los motivos diseñados por Ximenez Group para Doha están ubicados junto a uno de los principales estadios de fútbol y rendirán homenaje a las selecciones que disputen sus encuentros con la proyección de sus banderas durante su celebración. Se trata del nuevo Crystal Tree, grandes estructuras fabricadas con tecnología led píxel y totalmente programables diseñadas para esta ocasión.

A pesar de su gran crecimiento y del paso del tiempo la empresa sigue manteniendo sus raíces y se describen todavía como «una empresa familiar». «Somos unos 500, pero todo queda en familia. Igual que nosotros somos nietos del fundador, los empleados son nietos también de antiguos trabajadores que empezaron con mi abuelo», explicaba a ABC Mariano Ximenez, CEO de la empresa y nieto del fundador.

Los cinco continentes han podido disfrutar de su trabajo, con el que se han convertido en uno de los primeros grupos de iluminación decorativa del mundo y líder indiscutible en España. «Mi abuelo estaría orgulloso», asegura el CEO.

Lejos queda esa primera estrella con la que nació la compañía, pero no su espíritu. Tal como cuenta Ximenez, unas navidades de la posguerra española a su abuelo se le ocurrió hacer una estrella con las cuatro bombillas que tenía y una estructura de madera y la puso en la puerta de su tienda. «Aquello fue un evento impresionante», relata.