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ABC Cultural

La isla soviética del terror caníbal que Stalin ocultó: «Comimos corazones humanos»

En Nazino, ubicada en Siberia, la falta de alimento generó «casos de canibalismo» entre miles de deportados

El ejército secreto de soldados renegados que aterrorizó a Stalin hasta su muerte

Iósif Stalin ABC
Manuel P. Villatoro

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Siberia no era el mejor lugar para unas vacaciones en los años treinta. Dentro de sus límites se hallaban los pueblos más fríos del planeta, y con nombres y apellidos: Oimiakón, Yakutsk... Zonas en las que los termómetros frisaban –y frisan todavía– los 50 grados ... bajo cero. Iósif Stalin lo sabía de primera mano –fue desterrado a esta región en siete ocasiones entre 1902 y 1913– y, por ello, se convirtió en una de sus zonas predilectas para deportar a los millares y millares de presos políticos contrarios a su régimen. Qué mejor forma para erradicar adversarios que a golpe de ventisca y de hambre, y nótese la ironía.

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