Las imágenes más emotivas de la histórica visita del Papa Juan Pablo a España en 1982

Don Juan Carlos y Doña Sofía recibieron al Pontífice en las pistas del Aeropuerto de Barajas. Allí Juan Pablo entró en el pabellón de Estado donde conversó unos minutos con las autoridades, dando comienzo a diez días de visitas. EFE La amenaza terrorista obligó a extremar las precauciones. Si bien exigieron al Papa que llevara puesto el chaleco antibalas debajo de la sotana banca, no quiso llevarlo durante las celebraciones eucarísticas. ABC Entre las medidas de seguridad extremas hubo perros policía, inspección de altares, francotiradores, desenterramiento de farolas en busca de 'goma 2' y la introducción de hasta cinco convoyes del Papa con itinerarios distintos para despistar a los terroristas. ABC Juan Pablo II fue recibido en Madrid por el alcalde, Enrique Tierno Galván, y el resto de la Corporación municipal. Ángel Carchenilla Adolfo Suárez recibió la comunión de manos del Papa durante una de las eucaristías celebradas en Madrid. Jaime Pato El Papa acudió a la sede de la Conferencia Episcopal Española, recién construida, para bendecir las instalaciones ante la presencia de Vicente Enrique Tarancón y Gabino Díaz Merchán, entre otros. Luis Alonso El Papa realizó un encuentro con los jóvenes de España en el Estadio Santiago Bernabéu. Unas 150.000 personas consiguieron entrar mientras otras 100.000 se quedaron fuera siguiendo el acto a través de pantallas gigantes. Los jóvenes cantaban el pasodoble «¡Que viva España!» de Manolo Escobar adaptado a las circunstancias. ABC El 4 de noviembre de 1982, el Santo Padre acudió al Santuario de Nuestra Señora de la Fuencisla, en Segovia, para orar ante el sepulcro de San Juan de la Cruz, el místico castellano del que era muy devoto. FERNANDO PEÑALOSA En la misma intensa jornada en Segovia, también visitó el Papa el santuario de Guadalupe y Toledo. ABC El Papa Juan Pablo II visitó por primera vez la ciudad de Sevilla el 5 de noviembre de 1982 para la subida a los altares de Sor Ángela de la Cruz. ABC Uno de los momentos más emotivos de su vista a Sevilla, más allá de la propia beatificación, un gran aplauso y una suelta de palomas, fue el baile de los Seises. Díaz Japón Las calles de Sevilla aparecieron atestadas de personas para recibir al Papa. De medio millón a un millón de personas acudieron a la ciudad procedente de toda Andalucía. ABC El baño de masas de Sevilla fue la parte más emotiva de su visita a España. En 1993 el Pontífice repitió el viaje con igual estruendo. ABC Juan Pablo II se marchó como llegó a Sevilla, esto es, entre sevillanas, en el caso de su despedida interpretadas por un coro de Dos Hermandas. ABC Dieciocho obispos y una treintena de sacerdotes cocelebraron la eucaristía por la beatificación de Sor Ángela en Sevilla. ABC Vista del altar que se montó en el Camp Nou durante la celebración de la misa presidida por el Papa Juan Pablo II. ABC «La pau sia amb vosaltres» gritó en catalán el Papa a las 120.000 personas que le esperaban en el Camp Nou de Barcelona, donde el 7 de noviembre celebró una misa bajo una lluvia incesante. ABC Valencia fue, el 7 de noviembre, la última parada en la gira española del Papa. En la ciudad ordenó a 141 sacerdotes en la Alameda en un acto presidido por la imagen de la Virgen de los Desamparados. Fue una jornada para las tradiciones valencianas: ni faltaron las bandas de música ni los falleros ni la paella. ABC La impresión que dejó el Papa es la de un hombre poco hablador, pero muy rezador, tanto que siempre retrasaba los protocolos después de las celebraciones porque estaba rezando. ABC Juan Pablo se marchó del país agotado físicamente tras una agenda plagada de compromisos y donde se abusó de su confianza. Sin rechistar, él accedió a que se añadieron actos no previstos, visitas a museos diocesanos, conventos y casas particulares. ABC