Correos se olvida de la historia más negra del Partido Comunista y lanza un sello para conmemorar su centenario

Según recoge la administración en su página web, el próximo 14 de noviembre se emitirán 135.000 unidades a un precio de 0,75 euros

Una vez más, el Gobierno ha demostrado que su sello personal es el análisis cojo de la historia; ese que siempre se vence hacia el mismo lado. Según recoge Correos en su página web, el próximo 14 de noviembre se emitirán 135.000 sellos ... para conmemorar el centenario de la fundación del artido Comunista de España. Cada uno tendrá un precio de 0,75 euros y lucirán una hoz, un martillo y una estrella roja. Todo ello, acompañado con los colores de la bandera de la Segunda República.

El sello en cuestión llega con cierto retraso, pues el Partido Comunista de España fue fundado el 14 de noviembre de 1921. Para ser más concretos, surgió de la unión entre el Partido Comunista Español y el Partido Comunista Obrero Español.

Las razones que ofrece Correos en su página web para conmemorar esta fecha son muchas. Entre las primeras destaca que el grupo «cuenta con una historia con muchos rostros de mujeres y hombres que decidieron comprometerse para cambiar la realidad de un país injusto y desigual».

No hay rastro, en cambio, de la participación de este partido en barbaridades como las matanzas de Paracuellos del Jarama o su implicación directa en las chekas que sacudieron la capital española durante la Guerra Civil.

En la página web de la administración sí se especifica, a cambio, que «con la Segunda República tuvo un momento de gran desarrollo, en especial tras la constitución del Frente Popular y por su papel en la Guerra Civil, cuando participó con varios ministros en el Gobierno». Entre los mismos destaca a Dolores Ibárruri, más conocida como la 'Pasionaria'. La misma mujer que apoyó la invasión de Polonia en 1939 por el ejército de la Unión Soviética.

Correos también dedica cierto espacio al régimen franquista en la breve reseña que hace en la página web. «A pesar de las duras condiciones de clandestinidad, el PCE se convirtió en el motor de las fuerzas que lucharon por la democracia. Fueron miles, mujeres y hombres, quienes promovieron un nuevo sindicalismo desde la base, apegado a cada centro de trabajo, sociopolítico en la reivindicación de derechos laborales y libertades políticas, dos caras de una misma moneda que era imposible separar: las Comisiones Obreras».

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