Hazte premium Hazte premium

El yugo y las flechas: el símbolo que Falange tomó de los Reyes Católicos por sugerencia de un socialista

A la hora de buscar una simbología, que como el partido de Mussolini, hilara presente con un pasado glorioso, FE de las JONS recurrió al periodo imperial de España

Los Reyes Católicos, Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla.
César Cervera

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Se da la paradoja histórica de que el partido Nazi, que haría las veces de verdugo del Reino de Prusia en su proceso nacionalista y centralista en Alemania, rozó la obsesión con la simbología y las figuras claves de esta entidad política ya extinta. Adolf Hitler eligió la Iglesia de la Guarnición de Potsdam, construida durante el reinado de Federico El Grande , para inaugurar la nueva Alemania el 21 de marzo de 1933 en una ceremonia donde colocaron coronas de flores sobre las tumbas de los reyes prusianos históricos. «Los símbolos por los que luchamos están henchidos por el espíritu de Prusia, y los objetivos que esperamos alcanzar son una forma renovada de los ideales por los que combatieron en su día Federico Guillermo I, Federico El Grande y Bismarck», declaró en un discurso Joseph Goebbels por aquellas fechas. Por supuesto, los ideales por los que luchó la dinastía Hohenzollern no tenían nada que ver con el racismo contemporáneo de Hitler y de su partido. Es más, Federico El Grande era homosexual, francófilo y uno de los reyes más permeables a la cultura ilustrada de su tiempo.

En Italia, Benito Mussolini (nombre que viene, curiosamente, del presidente mexicano Benito Juárez) también se valió de la historia de otra gran potencia asentada en la Península itálica, en su caso la Antigua Roma, para presentar su movimiento político como un heredero de los grandes emperadores y generales clásicos. El dictador italiano adoptó del Imperio romano, entre otras cosas, el saludo brazo en alto y las fasces (la unión de 30 varas atadas de manera ritual con una cinta de cuero rojo formando un cilindro que sujeta un hacha común) como emblema del Partito Nazionale Fascista . Un símbolo que desde tiempos de la República romana significaba unión, orden y justicia.

Voltaire en Sanssouci, el palacio de Federico II el Grande.

La Falange española se enfrentó a mediados del siglo XX al mismo dilema. Con pocos medios y menos apoyos sociales, José Antonio Primo de Rivera , primogénito del dictador, creó en el otoño de 1933 Falange, un movimiento político nacional sindicalista que fusionó el fascismo italiano con elementos patrios como la defensa de la unidad de España o la preeminencia del catolicismo. En 1934, Falange se fusionaría con las Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista de Onésimo Redondo y Ramiro Ledesma Ramos , de modo que en cuestión de un año Primo de Rivera se encumbró como jefe principal e icono de este movimiento extremo con escaso apoyo electoral pero con gran presencia en la calle.

Un símbolo de las JONS, no de Falange

A la hora de buscar una simbología, que como el partido de Mussolini, hilara presente con un pasado glorioso, FE de las JONS recurrió al periodo imperial de España. Su distintivo asumió el escudo con el yugo y las flechas, tomados de los símbolos de los Reyes Católicos, sin que todavía hoy esté claro a quién se le ocurrió esta regresión al pasado de la Monarquía hispánica. Según escribió en «Genio de España» (1934) Ernesto Giménez Caballero , falangista de primera hora e instigador del matrimonio imposible entre Pilar Primo de Rivera y Adolf Hitler, fue él quien lo habría planteado primero como símbolo del fascismo español. Lo cual es como poco dudoso.

Sí es cierto que otro histórico del partido, Rafael Sánchez Mazas , había destacado ya en una conferencia pronunciada en Santander el 24 de enero de 1927 lo poético de este símbolo olvidado de los Reyes Católicos, lo cual, al menos, demuestra que en el ambiente donde iba a germinar la Falange estaba presente el yugo y las flechas como representación de una España anhelada.

Bandera de la Falange Española de las JONS

La versión más aceptada es que el símbolo se vinculó con el fascismo español a través de fundación de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (JONS) , en 1931, cuando Juan Aparicio argumentó a su favor porque, siendo alumno de la facultad de Derecho de Granada, el profesor socialista Fernando de los Ríos había dibujado en la pizarra el antiguo símbolo de la monarquía de los Reyes Católicos señalando a continuación que, de haber nacido el fascismo en España, ése hubiera sido su símbolo y no el del haz de fasces que llevaban los lictores romanos. Dicho y hecho.

Según contaría Ramiro Ledesma en 1935, la propuesta de Aparicio se adoptó por unanimidad, lo que incluyó el beneplácito de José Antonio Primo de Rivera , quien deslizó en el primer número de su periódico «El Fascio» que en Falange ya se había sugerido esta misma idea, como demostraba la conferencia de Sánchez Mazas elogiando el valor histórico del yugo y las flechas de 1927.

En cualquier caso, con la fusión de ambas formaciones en febrero de 1934 el símbolo de las JONS se convirtió en el de todo el partido. José Antonio lo definió, expresamente, como el emblema común del movimiento: «El yugo de la labor y las flechas de poderío».

¿Por qué lo eligieron los Reyes Católicos?

Tanto el yugo (divisa personal de Fernando II de Aragón con reminiscencias agrícolas) como las flechas (emblema de Isabel de Castilla con referencias a la fuerza militar) existían como símbolos mucho antes de la existencia de Falange o de las JONS, que lo tomaron del escudo de los Reyes Católicos, quienes, a su vez, lo asumieron de tiempos clásicos.

Fernando de Aragón asumió el yugo, trenzado y anudado por un sólido cordón, para simbolizar su poder y vincular idealmente su figura política a la del mítico Alejandro Magno, al más puro estilo del Renacimiento. Lo hizo bajo la influencia del humanista Elio Antonio de Nebrija , aunque según Menéndez Pidal a este autor solo le correspondió la sugerencia del lema «Tanto Monta».

El yugo hacía referencia a la leyenda del nudo gordiano que el conquistador de la Antigüedad se encontró en la ciudad de Gordión (Anatolia) . Según los términos de este mito, Alejandro fue avisado por cierto oráculo de que el hombre que desatara el nudo que sujetaba con un yugo la lanza de un carro del Rey Gordios allí custodiado sería el dueño de Asia. Para no perder tiempo, Alejandro cortó con su espada la soga de un tajo a la par que pronunciaba la sentencia «Nihil interest quomodo solvantur» («poco importa el modo de desatarlo»). Tras ello, se dirigió a conquistar Oriente.

Emblemas de los Reyes Católicos, c. 1500. Iglesia de Santiago, Losar de la Vera (Cáceres, España)

A nivel político el yugo hacía referencia tanto a cuestiones agrícolas como a la resolución y rapidez de Fernando para atajar los problemas de gobierno, mientras que las flechas de Isabel se ha considerado tradicionalmente, aparte un símbolo militar, como una mención a la unión de fuerzas y de reinos que representaba su reinado.

El por qué Isabel escogió la divisa de las «once flechas atadas por medio» , que ya en 1482 aparece vinculado a su figura, no está lo suficientemente estudiado. A falta de más investigaciones, se relacionan estas flechas con un pasaje clásico protagonizado por el Rey de los escitas. Según un relato recogido por Plutarco, el Rey Sciluro reunió a sus 30 hijos en su lecho de muerte y los retó a que el que fuera capaz de romper un haz de flechas se llevaría su corona. Ninguno lo consiguió, tras lo cual el Rey escita fue tomando una a una las flechas del haz, partiéndolas ante sus ojos, a la par que les manifestaba que «al igual que acontece con tales armas, si permanecían unidos, serían invictos pero si reinaba entre ellos la discordia y la disidencia, serían vulnerables y débiles frente a sus enemigos».

El Rey Sciluro reunió a sus 30 hijos en su lecho de muerte y los retó a que el que fuera capaz de romper un haz de flechas se llevaría su corona

El número de flechas que usó en su divisa Isabel osciló, según la ocasión, de cinco a once (el número de letras de Fernando en latín), pero en todos los casos con las puntas abatidas y unidas en un haz. Dependiendo del lugar y el tiempo se representa un número u otro. En la Capilla Real de Granada aparecen nueve flechas, al igual que en Santo Tomás de Ávila ; mientras que, por ejemplo, la fachada de la Universidad de Salamanca contiene un medallón con nueve.

Con la unión dinástica entre los reyes, el escudo con el Águila de San Juan de ambos incluyó el yugo de Fernando, pero representado con la Y inicial de Ysabel, y, las flechas de Isabel, con la F inicial de Fernando. Un intercambio galante de sus divisas para escenificar el matrimonio que dio forma a la España moderna.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación