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ABC Cultural

«En Trafalgar, el “Santísima Trinidad” disparaba una salva por cada tres británicas, así no había forma de ganar un combate»

El capitán de navío en la reserva Marcelino González Fernández nos desvela los secretos del «Escorial de los mares», el buque insignia español en la contienda del 21 de octubre

Imagen del Santísima Trinidad, un cautro puentes con 140 bocas de fuego WIKIMEDIA
Manuel P. Villatoro

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Un coloso con demasiado peso como para maniobrar de forma ágil en batalla y que atesoraba multitud de defectos de diseño. Así es como define el capitán de navío retirado Marcelino González Fernández (autor de «Navío Santísima Trinidad. Un coloso de su tiempo» ... -Editorial «La espada y la pluma») al «Santísima Trinidad», el buque insignia de la armada española durante el siglo XVIII. «Era un gigante con los pies de barro» , explica el mayor experto en el también llamado « Escorial de los mares » a este diario. ¿La razón? Que, a pesar de que (tras su renovación) se convirtió en el mayor bajel de su tiempo al contar con cuatro cubiertas y 140 bocas de fuego, era sumamente lento y no logró ser determinante en ninguna batalla. Ni siquiera en la de Trafalgar (sucedida el 21 de octubre de 1805), donde la armada combinada fracoespañola hubiera necesitado de todo su ímpetu para vencer a Horatio Nelson,

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