Puentes de lava y playas: el impacto del terror volcánico tras la llegada de la lava al mar
Desde hace siglos, el beso de las lenguas de fuego con las costas ha modificado la orografía
Cuál ha sido la erupción más larga de un volcán en Canarias
Un jeep huye de la erupción del Vesubio en 1944
La lava es más eficiente que el tiempo a la hora de transformar el territorio. Desde hace siglos, las erupciones de volcanes como el de La Palma han modificado la orografía por las bravas. El resultado: la creación de playas artificiales en las ... Islas Canarias , grandes puentes por los que transitar en el Piamonte o una gigantesca cueva en La Palma . La mayoría, después de que las lenguas de fuego tocasen el mar. Allá van algunos ejemplos...
Nuevo puerto
En el mapa, que cuenta con casi cinco siglos de antigüedad, se observa cómo las lenguas de lava bordeaban el puerto de Tazacorte hasta llegar al mar. Allí desaparecieron, aunque a costa de dejar tras de sí una destrucción que el propio Torriani describió. En sus palabras, la tierra «parecía un espectáculo tan lúgubre como el fin del diluvio» y el humo «ahora negro, ahora blanco, ahora amarillo, ahora azul claro, ahora rojo» copaba el ambiente.
Dos de las muchas corrientes de fuego llegaron al mar, donde se solidificaron y formaron una suerte de puerto tan grande que se podía caminar sobre él , aunque sin ninguna entrada.
Puentes de lava
Pero el de La Palma no ha sido el único... Cuesta hallar a una persona sobre la Tierra que no haya escuchado hablar del Etna , aunque resulta más difícil todavía hacerse a la idea de su poder destructivo. Los datos ayudan: con sus 3.357 metros es el volcán más grande del continente europeo. Su altura es solo comparable a su poder destructivo. Su erupción más dolorosa se dio en 1669, cuando emitió unos 830 millones de metros cúbicos de lava y obligó a evacuar el pueblo de Nicolosi, que quedó destruido por las lenguas de fuego.
La actividad volcánica del Etna ha provocado todo tipo de cambios en el terreno. Según explicaba Georges Louis Leclerc , conde de Buffon, en su obra ‘ Historia natural, general y particular ’ (elaborada en el siglo XVIII) sus erupciones crearon pasarelas de residuos solidificados: «Afirma un testigo que, camino del Piamonte, pasó por un ancho puente construido enteramente de lava ». Lenguas de fuego que, antes de pisar el mar, modificaron para siempre la geografía. «Un ejemplo es la ciudad de Jaci y todas las de aquella costa, que están fundadas sobre peñascos inmensos de lava, acumulados unos sobre otros», añade el autor.
Según Leclerc, muchos de estos pequeños montes nacían cuando los ríos de magma tocaban el agua : «Parece que aquellos torrentes inflamados se endurecen y convierten en peñascos luego que llegan al mar».
El mismo autor ya señalaba, allá por el siglo XVIII, que la actividad volcánica era culpable de cambiar el paisaje. «De Jaci a Catánea se camina siempre sobre la lava de que está formada toda aquella costa. Y en muchos parajes, los torrentes del mismo material han retirado el mar a millas de sus antiguos límites», añadía el experto en su obra. De hecho, afirmaba incluso que era posible distinguir las diferentes erupciones acorde a las sucesivas capas de lava depositadas sobre el terreno.
Aumento de la altura
Siglos después, en plena Segunda Guerra Mundial , el Vesubio volvió a entrar en erupción. El periodista Norman Lewis definió aquel evento como el espectáculo más terrible y majestuoso que pudo presenciar en su vida. El 17 de marzo de 1944, con el ejército Aliado a sus pies, el monte italiano descargó toneladas de lava y escombros sobre las ciudades de San Sebastiano, Massa di Somma y parte de San Giorgio Cremano.
Los ríos de deshechos acabaron incluso una escuadra de 88 bombarderos de la USAF . Fue un verdadero desastre que elevó la altura de los valles cercanos, como describió a la postre el mencionado reportero:
«Yo estaba preparado para ver ríos de fuego, pero no había fuego ni nada que ardiera, sólo aquella lenta y deliberada asfixia de la ciudad bajo millones de toneladas de escoria. La lava avanzaba a pocos metros por hora y había cubierto la mitad del pueblo con una capa de unos nueve metros. La cúpula intacta de una iglesia, separada del resto, se movía lentamente hacia nosotros sobre un lecho de cenizas».
Cuevas
Más cercana en el tiempo es la erupción del volcán de San Juan , ubicado en la isla canaria de La Palma. Comenzó el 24 de junio de 1949. A eso del mediodía, una columna de humo se alzó sobre el cielo. A continuación llegaron la esperada lluvia de cenizas y las lenguas de lava. «La tierra venía moviéndose desde hacía días y nadie sabía por dónde iba a reventar. Yo estaba en la cumbre en un remate de madera, cerca de donde reventó. Empezaron las piedras a volar en la cumbre y caer por la ladera», explicó un testigo en una entrevista realizada por Juan Carlos Díaz para el portal ‘Puente de mando’. Las emisiones se sucedieron de forma indiscriminada hasta el 8 de julio.
Aquel volcán modificó para siempre el paisaje de la costa occidental. Los constantes ríos de lava provocaron nuevos pliegues en el paisaje. Uno de ellos –el más famoso, de hecho– fue el «tubo volcánico del Todoque», más conocido por los locales como la Cueva de las Palomas . En total, una cavidad de unos tres metros de ancho y entre uno y seis metros de altura.
«Su interés científico es eminentemente geológico y se acrecienta por su importancia biológica al albergar una fauna peculiar de formas invertebrados muy adaptadas a la vida hipogea. Este espacio constituye también un paisaje subterráneo singular, de especiales características que añade variedad en el conjunto insular», explica el gobierno local en su página web.
Nubes tóxica
Menos de tres décadas después, en 1971, otra de estas explosiones llegó a escena. El Teneguia era, hasta hace bien poco, el último volcán terrestre en hacer erupción en España. El episodio se inició a las 16:25 del 26 de octubre y se extendió hasta el 18 de noviembre de ese mismo año. Las instantáneas de aquella jornada nos muestras a decenas de vehículos llegando a la zona para disfrutar del triste espectáculo. Uno que incluía profundas grietas de las que emanaban ríos y ríos de lava.
Aunque no afectó a la población, destruyó varias zonas de cultivo y una playa. A cambio, creó un nuevo trozo de costa de un kilómetro de extensión cuando la lava tocó el mar. A su vez, la nube tóxica que se generó provocó un fallecido . Así narró ABC este hecho en su día:
«Todas ellas arrojan lava incandescente con gran vehemencia, hasta el punto de que, mientras el río de magma se desliza impetuoso, el ritmo de las explosiones lanzan al aire, con fuerza, nubes de humo y ceniza. Estas alcanzan cotas de entre 500 y 700 metros, junto a piedras de tamaño regular que, a modo de proyectiles, caen sobre las tierras circundantes. Nadie puede predecir qué va a ocurrir en las próximas horas, pero dos mil personas que habitaban en la zona han tenido que ser evacuadas».