2011, el agosto en que sí hubo noticias

Y cayó. Muamar Gadafi, el estrambótico dictador que ha regido con puño de hierro Libia en las últimas cuatro décadas, terminó por sucumbir al empuje de las fuerzas rebeldes del Consejo Nacional de Transición, apoyadas de facto por los ataques aéreos de la OTAN. En estas horas inciertas, el país vive un baño de sangre, en medio de represalias y combates con los últimos rescoldos de resistencia gadafista. Del tirano, cuyo paradero se desconoce, la última noticia es que, ahora que ha perdido el poder, ha lanzado a los rebeldes una oferta para negociar. Estos celebran su victoria en los palacios del caído déspota y esperan con ansia el momento de su captura .

La imagen arquetípica de la capital británica, con sus «gentlemen» con bombín y paraguas, y sus autobuses de dos pisos quedó hecha añicos a partir del pasado 5 de agosto. Fue entonces cuando, tras la muerte de un delincuente llamado Mark Duggan en un turbio incidente con la Policía, la periferia de Londres comenzó arder. Los episodios de pillaje y violencia, con almacenes arrasados y calles en llamas ante una fuerza pública desbordada recordaron más a Somalia que al Reino Unido. La revuelta se extendió a otras ciudades del país y el primer ministro David Cameron tuvo que regresar de sus vacaciones para resolver una emergencia nacional ante la que prometió mano dura. Sociólogos y analistas se devanan los sesos ahora tratando de encontrar explicación al estallido.

El Papa rompió con su visita otro de los tópicos estivales, el de que en Madrid en agosto no hay nadie. Benedicto XVI aterrizó en la capital de España el 18 de agosto con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud para protagonizar tres días de multitudinarios actos de adhesión al Pontífice y al credo católico. La ciudad fue de los jóvenes peregrinos durante esa semana. La llenaron de color, alegría y, quizá sin saberlo, practicaron una suerte de vindicación pública del catolicismo, en un país en el que hace tiempo que viene siendo orillado en la vida social. Para la historia, la vigilia de Cuatro Vientos . Un millón de personas aguantó a pie firme bajo una violenta tormenta para escuchar las palabras de su anciano líder espiritual. Él también aguantó.

Los excesos veraniegos han tenido este año nombre propio: estramonio . Dos jóvenes de 18 años murieron en una «rave» en Getafe tras consumir una bebida preparada con esta planta tóxica. Según la Policía, la pareja de traficantes que fue detenida por lo ocurrido buscaba «abrir mercado» . El alucinógeno, también conocido como «trompeta del diablo», volvió a causar estragos un fin de semana después del mortal suceso. Por «efecto imitación» o por una casualidad fatal, otro joven de Badajoz ingresó en coma el pasado sábado por ingesta del ya famoso veneno.

La prima de riesgo española pasó de ser un vocablo desconocido a familiar recurso de la conversación de sobremesa tras desbocarse hasta los 414 puntos en un seísmo que provocó la caída de las bolsas de medio mundo. El Ibex 35 amenaza con un otoño de batacazos y ya se encuentra por debajo de los 8.200 puntos . Los mercados de Estados Unidos, Europa e incluso de las nuevas economías emergentes también rozaron el abismo. La nueva directora del Fondo Monetaria Internacional , Christine Lagarde, ha advertido del riesgo de una nueva recesión en la economía global.

El miedo a la debacle europea se escenificó con una reunión urgente entre los líderes de Alemania y Francia, Angela Merkel y Nicolas Sarkozy . Los «jefes de Europa» propusieron la creación de un verdadero gobierno económico en la zona euro y ordenaron una primera medida: la inclusión de un límite al déficit en las constituciones de cada país. España, como Italia, anunció la inclusión de un techo a la deuda en su suprema norma jurídica . La reforma, pactada de antemano por el Gobierno con el Partido Popular , modificará el texto del artículo 135. El segundo cambio que experimentará la Constitución, el primero tuvo lugar en 1992, ya ha suscitado movilizaciones en su contra.

La capital del Reino no acusó el vacío de otros años. El espíritu de los «indignados» resurgió de forma masiva a principios de agosto tras el desalojo de los últimos acampados en la Puerta de Sol. Las protestas se hicieron violentas con cargas policiales que dieron, si cabe, más fuelle a las protestas. La marcha laicista del 17 de agosto contra la visita de Benedicto XVI en Madrid culminó con enfrentamientos con los peregrinos católicos y más porrazos policiales. Los «antipapa» volvieron a concentrarse en días sucesivos como protesta por una actuación policial que consideraron totalmente abusiva. La última fecha en rojo en el calendario «indignado» tuvo lugar el 28 de agosto . Miles de personas volvieron a marchar por las calles del centro de Madrid para protestar contra el proyecto de reforma de la Constitución y solicitar un referéndum. Esta vez no hubo incidentes.

El fundador de Apple, la marca informática que hoy es parte indispensable en la vida de millones de usuarios en todo el mundo, anunció que deja su puesto de consejero delegado de la marca que fundó . El cáncer de páncreas que padece le ha obligado a dejar el puesto de máxima responsabilidad en la compañía. El padre del Iphone, el Ipad y otros cacharros sin los que no se entiende la vida actual, tiene ahora otros asuntos que atender. Jobs seguirá como presidente.

Barça y Madrid vivieron en la Supercopa el enésimo duelo de una rivalidad eterna y brindaron dos partidazos a los aficionados. El Barcelona volvió a imponerse, pero los merengues, que llevan en la genética no resignarse a ser segundones, estuvieron cerca de hacerle un rasguño al imperio de los de Guardiola. Pero la noticia no fue esa. La noticia fue, otra vez, Mourinho. En medio de una tangana con integrantes de ambos equipos, Mourinho le metió el dedo en el ojo a Tito Vilanova, segundo entrenador culé, que se revolvió atizándole un collejón al luso . El edificante episodio culminó en la sala de prensa cuando Mourinho nego conocer a ningún «Pito Vilanova» y avivó la polémica en torno a un entrenador al que, según parece, en el Bernabéu siguen adorando.

El desnudo playero de agosto merece un hueco en esta crónica veraniega por su repercusión mediática. «Trending topic» en redes sociales y portada de revistas, Elena Anaya fue «pillada» en Menorca sin bañador ni bikini y plantando un beso a su novia. La nueva «chica Almodóvar», también de moda por el estreno de «La piel que habito», causó sensación por su espectacular desnudez, pero también decepción. Algunos desconocían que el corazón de la actriz se encontraba ocupado.