El misterio de Carmencita: ¿era hija de Francisco Franco o de su hermano y una tonadillera?
La pregunta, que ha saltado en estas semanas a los medios de comunicación, ha sido abordada por los historiadores desde los años setenta
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Iniciar sesiónLa instantánea no podía ser más cálida. Tan solo faltaba una chimenea de esas que otorgan intimidad a las estancias y un punto hogareño a las fotografías. El 29 de mayo de 1928 , la revista ‘ Estampa ’ publicó una entrevista a Francisco Franco ... y a su esposa, Carmen Polo , coronada por un retrato que pretendía mostrar al joven oficial como un hombre de familia. Solo faltaba... A los pies de esta, un interminable texto de tres páginas firmado por el Barón de Mora desgranaba los pormenores de la vida de la pareja; aunque también el currículum del héroe de África. Del amorío a las batallas y viceversa. Una de las preguntas parecía obligada, y la respondió nuestro protagonista:
–¿Cuál ha sido la mayor alegría que han disfrutado juntos?
–Han sido tres principalmente: la del día que desembarcó el Ejército español en Alhucemas ; el instante de leer que Ramón había llegado a Pernambuco y la mañanita que nos casamos.
Franco se olvidó de incluir en aquellos momentos de «mayor alegría» un evento reciente: el nacimiento de Carmencita, la niña de sus ojos. Y eso que la pequeña correteaba por la estancia durante el encuentro. «Súbitamente, a través de los esmerilados cristales de la puerta, se escucha un pequeño rebullicio infantil, y asalta la habitación una pitusa con carita de ángel. La chiquilla trata de escalar ruidosamente un adamasquinado velador, con grave peligro para el equilibrio de sus cachivaches valiosos», dejó escrito el periodista. Además de la chimenea, la que fue la perla de la dictadura tampoco apareció en la fotografía del reportaje…
Más que atrevido, es una fantasía afirmar que Franco no metió en aquella regla de tres a Carmencita porque no la quería. Pudo ser un despiste de esos que escuecen a los padres toda la vida. Pero también es cierto que supone el enésimo ladrillo de un enigma que lleva abierto desde los años setenta y que, en las últimas semanas, se ha visto alumbrado por el foco de la actualidad gracias a ‘Todo es verdad ’: ¿ era el dictador el verdadero progenitor de la niña ? Las cintas inéditas sacadas a la luz por el programa apuntan a que la chiquilla era en realidad hija de su hermano Ramón y de una tonadillera . El enigma, sin embargo, sigue abierto.
Nace la intriga
Cuesta hallar el origen de esta teoría. Uno de los que la ha estudiado a lo largo de últimos años ha sido el periodista José María Zavala , entre los mayores expertos de nuestro país en franquismo y Guerra Civil . ABC se ha puesto en contacto con él, y él nos ha derivado a su libro: ‘ Franco, el republicano ’ –editada en 2009–. Obra en la que, según afirma, expone de cabo a rabo todo lo que sabe sobre la paternidad de Carmen Franco y Polo .
En las páginas en cuestión explica que uno de los primeros autores en afirmar que Ramón Franco era el verdadero padre de Carmencita fue José Luis de Villalonga . Lo hizo en una anotación fechada en 1926:
«Hoy, 14 del mes, ha nacido en Oviedo la que será hija única de Franco. Y no digo que hoy ha parido Doña Carmen, porque para parir hay que estar previamente embarazada, y nadie ha visto nunca a doña Carmen en este estado . Hay mucho misterio en este asunto. Yo jamás sospeché, ni siquiera últimamente, que doña Carmen estuviese a punto de tener familia. Pero recuerdo, eso sí, unas largas y tensas conversaciones entre marido y mujer a propósito de la última trastada de Ramón Franco . Al parecer, el glorioso aviador había tenido una hija con una tonadillera de dudosa reputación. Y como la madre tenía que ganarse la vida haciendo bolos por España, a Ramón se le había ocurrido pedir a su hermano que se hiciera cargo del bebé unos meses. ‘ ¡Si Carmen y yo nos ocupamos de tu hija será para toda la vida! ’, oí gritar a Franco».
Si bien fue Villalonga uno de los primeros que puso sobre blanco sus pensamientos sobre el tema, hasta entonces ya corría a toda velocidad la idea de que Franco no podía embarazar mujer. Al parecer, por la herida en el vientre –algunos barruntan que un poco más abajo– que había sufrido mientras combatía en El Biutz . La teoría de que las balas rifeñas le hicieron perder un testículo la han mantenido autores como el mismo Zavala o Ramón Garriga , este último, en ‘ La señora de El Pardo ’. «Al parecer, todo era normal en el acto sexual , pero algo fallaba en el líquido seminal que impedía que la operación terminara con un feliz engendramiento; los expertos definen esos casos como esterilidad temporal», explicaba el historiador en su obra.
Algo parecido sucedía con su interés por el sexo. Investigadores como José Luis Hernández Garvi –autor de obras como ‘Episodios ocultos del Franquismo’ – han insistido a lo largo de los años en que, durante su etapa como cadete, el enjuto y tímido ‘ Franquito ’ se pasaba el día entre libros y evitaba salir con sus compañeros. Amén de escabullirse siempre de las visitas a los burdeles. Esa escasa ilusión por las relaciones sexuales la mantuvo hasta el final de sus días, como bien desveló hace algunos años su nieta, Carmen Martínez Bordiú : « No tenía tiempo de pensar en el sexo. El poder ya era una droga ». Con estos precedentes, no resulta raro que el dictador ayudara a forjar su propia leyenda negra… y la de Carmencita.
Dudas y más dudas
A partir de aquí, solo queda escuchar a las fuentes que esgrimen la posibilidad de que Francisco no fuese el padre de Carmencita. Todas ellas, analizadas por Zavala en ‘ Franco, el republicano ’. Entre las más destacadas se halla Ángel Alcázar de Velasco , un falangista conocido por su amistad con Ramón. En una declaración al psicoanalista Francisco Martínez López , este curioso personaje confirmó que la pequeña era hija del hermano del dictador –conocido, por cierto, por ser todo un héroe de la aviación– y de una meretriz con la que había mantenido un ‘affaire’:
«La hija de Francisco era hija de Ramón y de ‘La gaviota’. Esta chica era una gallega sin padre conocido, pobre mujer. Entró en una casa de fulanas en Algeciras».
Fue en ese lugar, según Velasco, donde la halló Ramón. Para entonces ya se había ganado el apodo de ‘ La gaviota ’ o ‘ La garza ’ por tener las piernas largas. El aviador la sacó de allí y la acogió en su casa, donde quedó encinta.
«A los cinco días del parto murió la madre. Entonces Carmen se hizo cargo de la niña. En realidad no consta como embarazada en ningún sitio. En el registro se amañó muy posteriormente. Durante esa fecha se hizo un cortometraje en el que se demostró que Doña Carmen no estaba embarazada», afirmó el falangista.
Fuera verdad o no lo que decía, lo que no se puede negar es que escasean a lo largo de la historia aquellos que vieron encinta a la esposa del dictador.
De hecho, autores como Paul Preston o el mismo Zavala afirman que no conocen fotografía alguna en el que se deje notar la barriga. Una de las pocas personas que sí declaró haber visto a Carmen embarazada fue Pilar , hermana de Francisco. El investigador español recoge su testimonio en ‘ Franco, el republicano ’:
«Este particular [el nacimiento de Carmen Franco] constituye un punto muy debatido en la historia de mi hermano Paco. Voy a intentar aclarar los hechos: en el mes de junio de 1928 mi hermano estaba en Zaragoza, como se sabe, dirigiendo la Academia Militar, mi cuñada se hallaba en estado y esto puedo atestiguarlo yo».
Aunque también insiste en que la ya anciana confundió, durante el encuentro, la fecha de nacimiento de la chiquilla, su propia sobrina. El día en el que fue alumbrada Carmencita requiere una investigación aparte. En su obra, Zavala explica que en la partida de nacimiento se recoge que fue un 15 de septiembre de 1926 y que tres jornadas después fue bautizada: «La certificación, conservada en el libro 22, folio 66, del archivo parroquial, está firmada por don Fernando Rubio Bardón, párroco de San Juan el Real, y sellada por don Jesús Álvarez, vicario general de la Archidiócesis de Oviedo».
A partir de aquí, las cifras se multiplican. Pilar era partidaria de que había sido a mediados de junio de 1928, mientras que otros tantos autores han dado una infinidad más de fechas. Es, en definitiva, otro de los enigmas que todavía suscita este personaje.
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