Las Hijas de la Revolución Americana: «La historia de los españoles en EE.UU. debe salir de la oscuridad»
La presidenta de la organización, formada por 191.000 mujeres descendientes de quienes lucharon por la independencia estadounidense, subraya a ABC la necesidad de dar a conocer la contribución de España al nacimiento de su país
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Iniciar sesiónDenise Doring VanBuren lleva en la sangre la historia estadounidense. Su familia materna, de origen holandés, se asentó en las riberas del Hudson hace 400 años, antes de que los ingleses se asomaran por allí, cuando la región se conocía como los Nuevos ... Países Bajos. En el siglo XVIII, durante la guerra por la independencia, sus antepasados se unieron a la milicia para combatir a los casacas rojas británicos. Y ella nació en Troy (Troya en español), en el estado de Nueva York, donde tenía su negocio en el XIX Samuel Wilson, el proveedor de carne para el ejército que dio pie al mito del Tío Sam . Por si fuera poco, el apellido que tomó de su exmarido la emparenta indirectamente con el octavo presidente del país, Martin Van Buren (1837-1841). Desde 2019 esta expresentadora de televisión y antigua relaciones públicas de una gran compañía es la presidenta de la Sociedad Nacional Hijas de la Revolución Americana (NSDAR, por sus siglas en inglés), una organización sin ánimo de lucro dedicada desde 1890 a promover el patriotismo, el conocimiento de la historia y la educación, y que en la actualidad forman 191.000 mujeres descendientes de quienes lucharon hace más de dos siglos por el nacimiento de la nación que hoy conocemos como Estados Unidos.
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«Nos sentimos orgullosas de nuestros antepasados», asegura Denise VanBuren durante su primera visita a España , donde ha participado en un encuentro de decenas de ‘hijas de la Revolución’ residentes en diferentes países que ha servido para subrayar la historia común de españoles y estadounidenses .
Hace unos días reinauguraron una placa instalada en 2006 en el jardín de la Casa de América que agradece la contribución española a la independencia estadounidense . «Hemos venido para decir que sabemos que el apoyo español hizo posible la Revolución americana, que el rey Carlos III respaldó la Revolución y destinó armas y hombres a nuestra causa», afirma a ABC VanBuren, convencida de que es necesario dar a conocer esa parte de la historia tanto en EE.UU. como en España.
La propia placa conmemorativa recuerda que los españoles también aportaron a los revolucionarios «ayuda financiera para suministros, incluyendo cañones, pólvora, tiendas de campaña, uniformes, quinina y comida distribuida a través de La Habana y México». Además, subraya que el Tratado de Amistad, Límites y Navegación fue firmado en el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial el 27 de octubre de 1795, formalizando una duradera relación diplomática de apoyo mutuo».
«Juntos, los españoles y estadounidenses podemos explicar mejor la historia de lo que hizo España»
En el acto en la Casa de América, el único representante español aparte del director gerente de la Casa de América, Óscar Dávila, fue el concejal delegado de Internacionalización del Ayuntamiento de Madrid, Santiago Saura (Ciudadanos).
Durante estos días en España, las Hijas de la Revolución han rendido tributo de forma especial a Bernardo de Gálvez , gobernador de la Luisiana española en el siglo XVIII que contribuyó al éxito de la causa de los rebeldes, incluyendo una visita a Málaga y a la cuna de Gálvez, Macharaviaya , en la misma provincia.
De ‘Yo solo’ a ‘todos juntos’
Gálvez hizo célebre el lema ‘Yo solo’ al recuperar Pensacola de manos británicos tras adentrarse en la bahía del mismo nombre sin el apoyo del comandante de la flota, temeroso de los bancos de arena y los cañones enemigos. Sin embargo, Denise VanBuren aboga ahora por la consigna ‘todos juntos’ a la hora de dar a conocer la historia de España en EE.UU. «Juntos, los ciudadanos españoles y estadounidenses pueden explicar mejor la historia de lo que hizo España y, en concreto en nuestro caso, para contribuir a la Revolución americana», señala.
Por ejemplo, recuerda que 400.000 reales que iban a costear el segundo campanario y el tejado de la catedral de Málaga y que finalmente se destinaron a los rebeldes americanos para que se zafaran del dominio británico. El templo, conocido como La Manquita, sigue inconclusa con una sola torre más de dos siglos después. «Eso se tiene que contar, los españoles se sacrificaron para fuéramos una nación independiente», enfatiza. A su juicio, la de los españoles «es una parte importante de la historia» de EE.UU. y «no debería quedarse en las sombras, en la oscuridad, debería brillar al sol», anima señalando una medalla con la forma del astro rey que luce en su solapa.
Según la presidenta de las Hijas de la Revolución, contar esas partes de la historia menos conocidas la hacen «más vívida, más rigurosa, más completa». En este sentido, se muestra partidaria de «contar las historias de los españoles, de los franceses, de los afroamericanos, de las mujeres, de los banqueros holandeses que prestaron dinero» a los colonos sublevados, o de las tribus nativas que se pusieron de su lado. ‘E pluribus unum’, rezan en latín las monedas de EE.UU. para ensalzar la idea «de muchos, uno», recalca VanBuren. «De mucha gente nos convertimos en estadounidenses», recalca.
De hecho, anima a las descendientes en España de quienes contribuyeron a la independencia de EE.UU. a sumarse a su organización, cuyas integrantes recuerdan orgullosas lo que hicieron sus ancestros.
«Es importante contar la historia completa, incluyendo lo que no siempre es fácil de aceptar del pasado, pero también creemos que hicieron cosas magníficas»
«Cuando los patriotas decidieron luchar por la independencia arriesgaron sus vidas, las de sus familias, sus propiedades, su fortuna… Podían ser encarcelados o ahorcados. Que esos hombres dieran un paso al frente y correr el riesgo de rebelarse es extraordinario», asegura. «Tenemos su ADN, sentimos la necesidad de traspasar aquel sueño que tuvieron para América a nuestros hijos, a nuestros nietos, a todos nuestros descendientes -apunta-. Somos un puente viviente entre nuestra generación y el futuro».
Ante la ola revisionista que se ha llevado por delante en EE.UU. estatuas de figuras históricas que van desde Cristóbal Colón a Thomas Jefferson , considera que «es importante contar la historia completa, incluyendo lo que no siempre es fácil de afrontar o aceptar de algunos personajes del pasado, como la esclavitud -indica-. Pero también creemos que consiguieron cosas magníficas para la humanidad, como el gobierno de la gente por sí misma». «Sabemos que eran imperfectos, pero que lo que hicieron fue importante y, debido a lo que sucede en el clima actual, nos comprometemos a contar mejor las historias de lo que se ha hecho».
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