La familia que pasó de iluminar la Navidad de la posguerra española a la Quinta Avenida de Nueva York

«Todo surge de una historia curiosa y bonita», cuenta al otro lado del teléfono Mariano Ximenez, CEO de la empresa y nieto del fundador. « Puente Genil tiene la curiosidad de ser la segunda ciudad de España y la primera de Andalucía en tener luz eléctrica por un salto natural que hace el río Genil. Aprovecharon la fuerza del agua para generar electricidad con unas turbinas de una antigua fábrica de harinas. Mi bisabuelo paterno trabajaba en esa fábrica y mi abuelo empezó allí como lector de contadores», explica.

Desde que llegó la electricidad a Puente Genil a finales del siglo XIX la localidad se especializó en este sector y Francisco hizo lo propio abriendo una pequeña tienda en la que vendía los primeros componentes eléctricos en 1945. « Unas navidades , aquellas tristes y grises de la posguerra española , se le ocurrió hacer una estrella de Navidad con las cuatro bombillas que tenía y una estructura de madera y la puso en la puerta de la tienda. Aquello fue un evento impresionante», relata Ximenez.

Todo comenzó a crecer como una bola de nieve en caída libre desde entonces. De una estrella pasó a varias y empezó a iluminar las calles de Puente Genil y de otras ciudades de Andalucía y alrededores en las fiestas navideñas y patronales. Su expansión por el levante español debido a las fallas promovió el cambio de la 'J' a la 'X' en el apellido visible de la empresa. Tanto que las siguientes generaciones adoptaron la 'X' como propia en su DNI.

Ahora Ximenez Iluminación llega a 45 países de los cinco continentes y es «uno de los primeros grupos de iluminación decorativa del mundo y líder indiscutible en España. Mi abuelo estaría orgulloso», asegura Ximenez.

A pesar de todo lo que han crecido, el CEO todavía percibe que es «una empresa familiar». « Somos unos 500, pero todo queda en familia . Igual que nosotros somos nietos del fundador, los empleados son nietos también de antiguos trabajadores que empezaron con mi abuelo. Puede que ese sea el secreto».

Y es que Ximenez tuvo la gran oportunidad de poder trabajar codo con codo con su abuelo : «Coincidí unos años con él en la compañía y eso me marcó. Fue un honor y un privilegio y sobre todo me inculcó esa ilusión por el trabajo y la constancia para que todo fuera lo mejor posible».

Con la tercera generación llegó el salto internacional , impulsado también por la tecnología LED, que les permitió innovar con nuevos diseños que con la incandescencia era imposible realizar.

Este ascenso continuo en el mercado de la iluminación decorativa se vio truncado por la pandemia. El sector de la iluminación decorativa perdió con la crisis sanitaria el 50% de su negocio. Llevan dos años en una calma tensa con un 2020 sin apenas festividades y se prevé en 2021 una recuperación. «Este año aunque no al 100% parece que va a volver a ser todo como antes», afirma Ximenez.

«Lo que nos salvó el año pasado fueron los proyectos internacionales y la Navidad» , asegura el CEO, que lamenta que en 2020 se pusiera en cuestión la necesidad de encender el alumbrado navideño a pesar de la pandemia. «En España se concibe la iluminación decorativa como un gasto, pero es una inversión que tiene un retorno económico brutal», lamenta el CEO.