Cuando la gripe española arrasó al Real Madrid y al Barcelona en 1918: el fútbol contra la peor pandemia

La de fútbol sufrió un varapalo parecido. Vinícius Junior, Courtois, Valverde, Alaba, Camavinga, Isco, Sergio Arribas, Modric, Marcelo, Lunin, Rodrygo, Asensio, Bale y el hijo del entrenador y técnico asistente, Davide Ancelotti, han dado positivos en la nueva variante del Covid en la última dos semanas. La historia se repite, con la diferencia de que Omicrón es mucho menos mortífera de lo que fue la gripe española que, en 1918, causó 150.000 muertos en España y más de 40 millones en todo el mundo .

A lo largo de aquel año se repitieron en la prensa titulares como ‘La epidemia reinante’ , que en este caso podía leerse en ‘El Imparcial’ el 25 de septiembre, donde se daba la relación de muertos en cada una de las provincias. Un mes después, en ‘La Tribuna’ se hacía referencia directa a como la pandemia estaba afectando a las competiciones deportivas de entonces, en una noticia que recogía ‘La Galerna’ hace unos meses:

« La gripe no se limita a entresacar sus víctimas de este mundo prosaico y real en que todos vivimos. Ha entrado también airadamente en el mundo deportivo, que parece que debería ser un mundo ideal, ultraterreno, superior a las miserias humanas. Sin embargo, en menos tiempo del que se tarda en contarlo, ha diezmado de una manera lamentable las filas futbolísticas del Athletic Club de Madrid. En esta situación le tocó al Athletic medir sus fuerzas con el Racing en un partido del campeonato, pero como la gripe, según es sabido, acarrea a los atacados una postración imponderable, optó concienzudamente el club enfermo por no acudir a la lucha hasta que sus mermadas huestes vuelvan a la normalidad. Doscientas pesetas de multa, que religiosamente pagó a la Federación Regional el amigo Ruete, y tres puntos perdidos, han sido las consecuencias que ha acarreado la inoportuna intervención de la gripe ».

La pandemia se había desatado siete meses antes en Kansas (Estados Unidos).En la mañana del 4 de marzo de 1918, un cocinero llamado Albert Gitchell del campamento Funston había acudido a la enfermería con molestias en la garganta, fiebre y dolor de cabeza. A la hora del almuerzo, había centenares de casos como el suyo y el oficial médico tuvo que habilitar un hangar para acomodar a los enfermos de aquel mal desconocido que mataba a los más jóvenes y sanos en cuestión de días. El país había entrado en la Primera Guerra Mundial y aquel cuartel era el punto de partida de un itinerario que transfería miles de soldados a Francia.

Un mes después, la plaga había llegado a Europa, sin imaginarse nadie en aquel momento que, un año más tarde, habría matado a cuatro veces más personas que los soldados fallecidos en la Gran Guerra. Sin embargo, los errores y aciertos de aquella tragedia nos proporcionaron la mayoría de herramientas que usamos hoy para combatir el coronavirus y su variante, que, según los expertos consultados por ABC, debería ayudarnos a frenar cuanto antes una pandemia que ha acabado con la vida de casi 90.000 pacientes y ha infectado a más de seis millones solo en España [5,4 y 290 millones, respectivamente, en el mundo].

«Todavía hay muchos misterios en torno a la gripe española, pero yo la llevo estudiando muchos años y es ahora, a medida que veo cómo evoluciona el coronavirus, cuando empiezo a entender sus características. Están ocurriendo cosas que yo había leído en los archivos de 1918 y que pensaba que habían sido exageradas por los médicos, pero veo que no. Ambos virus son extremadamente virulentos, se transmiten a una velocidad increíble y tienen patrones similares», aseguraba a este diario, en enero del año pasado, el director del Museo Vasco de Historia de la Medicina, Anton Erkoreka Barrena, autor de ‘Una nueva historia de la gripe española: paralelismos con la Covid-19’ (Lamiñarra).

Esas mismas cosas que están sucediendo en la actualidad se dieron también en el fútbol, cuando la gripe hizo estragos en algunos partidos de la liga española ya en la primavera de 1918, pocas semanas después del primer contagio. A finales de mayo, pocos días después de perder la final de la Copa ante el Real Unión, equipo fundado en Irún tres años antes, el Madrid se tenía que medir al Barcelona en el Estadio de O'Donnell , en la capital, en dos encuentros amistosos. El primero se celebró sin problemas el día 17, pero el segundo ya no se pudo disputar, a pesar de que estaba anunciado para dos días después.

El presidente Joan Gamper visitó a la directiva del equipo blanco por la mañana y les entregó un certificado médico del doctor D. Juan Horma que decía: «Certifico que los señores José Julia, Gabriel Bau, Paulino Alcántara, Agustín Sancho, Francisco Viñals, José Costa, Vicente Martínez y Carlos Rovira se encuentran padeciendo una fiebre gripal de forma torácica que les impide tomar parte en el partido que debía celebrarse esta tarde contra el Madrid F.C.», recoge la mencionada revista.

Ninguno de aquellos jugadores blaugranas murieron como consecuencia de la epidemia, pero obligó a los dirigentes madrileños a moverse con rapidez para organizar otro amistoso en la misma fecha y hora que aquel encuentro frustrado. El entonces presidente del club blanco, Pedro Parages, responsable de que el Madrid recibiera la denominación de «Real» con Alfonso XIII y jugador y entrenador en los años precedentes, consiguió convencer a los directivos del Racing, equipo también de la capital, para que sustituyeran al Barça, ya que sus futbolistas no estaban infectados.

Les avisó con solo dos horas de antelación y acudieron para no decepcionar al público que tenía pensado asistir al primer encuentro. Los madridistas ganaron por 6 a 2 con un once en el que destacaban Machimbarrena, René Petit y el futuro presidente Santiago Bernabéu . Aprovechando el tirón, intentaron celebrar una semana después un nuevo choque con fines benéficos, con el objetivo de recaudar fondos para la Federación Regional Centro de fútbol. Sin embargo, la gripe español golpeó de nuevo y fue imposible.

Esta vez la víctima fue el Real Madrid, que contó con varias bajas por el virus. El antetítulo de la noticia dada por ‘La Tribuna’ decía: ‘Un match bajo mínimos’. Y el titular destacaba: ‘Madrid-Racing: escaso público y pocos nombres conocidos’. ‘El Liberal’, por su parte, citaba a los jugadores que fueron baja por la gripe española: Eulogio, Cordero, Machimbarrena, Castell, Bernabéu, Posada y René Petit. Aún así ganaron 2-0 con goles de Rey y Caruncho. La crónica de ‘Madrid-Sport’ describió el encuentro así: «Dominó el Madrid todo el partido, que llegó a marcar cinco goles, tres de los cuales fueron anulados por el árbitro que, a nuestro juicio, no acertó todas las veces. El Madrid jugó bien, sobresaliendo Caballero, que estuvo toda la tarde muy trabajador. Echenique, San Miguel y Escrivá desempeñaron sus puestos a conciencia, mientras que los restantes jugadores cumplieron discretamente su cometido».