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ABC Cultural

La alargada sombra de Juana la Loca: la maldición que sobrevoló a sus hijos

Tras sufrir un episodio depresivo en 1533, María de Hungría repitió algunos de los síntomas de su madre y cayó en un estado de postración que hizo temer lo peor

Retrato de María de Habsburgo.
César Cervera

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Tras la humillación de Innsbruck y la derrota de Metz , Carlos I de España y V de Alemania estaba prematuramente envejecido a sus 55 años, apenas conservaba dientes en su boca, ni pelo en la cabeza, las hemorroides le atormentaban y la gota le ... mantenía inmóvil y llorando «como un niño». La muerte de su madre, a mediados de 1555, empeoró su estado. Empezó a permanecer horas de rodillas en una estancia sin apenas luz, y en una ocasión comentó haber oído a su madre difunta decirle que la siguiera. «Cómo se ve que es hijo de Juana “La Loca”» , se decían los cardenales romanos dándose codazos de complicidad. Más allá del abarrotado historial mental de su madre, la biografía de Carlos no contenía elementos que hicieran pronosticar un derrumbe anímico similar. Y es que la alargada sombra de tener una madre, o cualquier familiar cercano, con una enfermedad mental puede resultar una pesada carga. «Cuando tienes de pronto a un loco en la familia cambia toda tu vida. Tienes permanentemente miedo», recuerda Michi Panero en la mítica película documental «Después de tantos años».

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