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ABC Cultural

Agostino Gemelli: la increíble vida del médico ateo que entregó su vida a Dios

Agostino Gemelli. Cuántas veces resonaron esas dos palabras para referirse al policlínico romano donde ingresaba con frecuencia san Juan Pablo II en sus últimos tiempos. Su nombre se debe a una de las trayectorias católicas más fecundas del siglo XX: la de un médico ateo que se convirtió besando a un leproso, antes de hacerse franciscano y de desarrollar su brillante carrera académica –fundó la Universidad Católica de Milán– y científica bajo la inspiración exclusiva de la fe

Agostino Gemelli, en una imagen de archivo

J. M. Ballester Esquivas

«Mira, voluntario, me estoy muriendo lejos de los míos. Si estuviera aquí mi madre, me daría un beso. ¿Me lo puedes dar tú?». Quien formula esta pregunta es un soldado cuyo cuerpo estaba repleto de llagas. Su destinatario es Edoardo Gemelli , un joven ... médico milanés que cumple sus obligaciones castrenses en el hospital militar de la capital lombarda y que se queda atónito ante la petición. Tras unos momentos de duda, habla consigo mismo: «¡Eres un desgraciado! ¿Qué haría Jesucristo, el que murió por los hombres?». Resuelto el dilema, besó al soldado moribundo, que a continuación le pidió que llamase al capellán para que le llevase la comunión. Le resultó más difícil atender esta petición, pero accedió. Según escribe su biógrafa Marisa Tiraboschi, «por primera vez ejerció de monaguillo, sin saber responder a las oraciones del sacerdote». La primera vez y la última, pues de esta ignorancia momentánea surgió uno de los itinerarios espirituales más fecundos de la época contemporánea; si bien no se puede entender sin antes sumergirse en su procedencia intelectual.

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