REAL MADRID - ATLÉTICO
«Ganaremos». La entrevista de ABC a Luis Aragonés antes de la final de Champions de 1974
Varios jugadores del Atlético de Madrid compartieron con un periodista de esta casa sus impresiones antes del partido que perderían contra el Bayern por 4 a 0
MANUEL P. VILLATORO
El 15 de mayo de 1974 fue una fecha mágica para el Atlético de Madrid . Y es que, por primera vez en su historia y tras una gran temporada, logró colarse en la final de la Copa de Europa . Por entonces todo alegría ... y júbilo, tal y como sucede en la actualidad horas antes del encuentro que enfrentará a los colchoneros contra el Real Madrid . Sin embargo, empataron contra el Bayern y, en base a la reglamentación de la época, tuvieron que jugarse la Champions en un segundo partido. Precisamente en ese intervalo de tiempo entre final y final, un periodista de ABC logró entrevistar a varios jugadores rojiblancos y, entre ellos, al fallecido Luis Aragonés. Su pronóstico fue claro: «Ganaremos».
Por entonces –en 1974 concretamente- el Atlético de Madrid había demostrado sobradamente sus capacidades futbolísticas. Y es que, sus números le habían colocado como segundo clasificado en el campeonato nacional (sólo por detrás del Barcelona). Además, había logrado ser el tercer conjunto con más tantos a favor y el segundo menos goleado en la Liga. Eran buenos años para los colchoneros quienes, en la temporada anterior, habían logrado alzarse con el primer puesto en el campeonato español conseguido así un lugar en la Copa de Europa .
Tampoco podían quejarse sus seguidores en lo que se refiere al año internacional del Atlético de Madrid pues, tras eliminar al Galatasaray, el Dinamo Bucuresti (ambos en las rondas previas), al Crvena Zvezda yugoslavo (cuartos) y al Celtic (semifinales) su equipo había logrado colarse en su primera final de la Copa de Europa. En aquellos tiempos, los colchoneros ya dejaban claro cual sería el juego que les garantizaría, 40 años después, grandes éxitos, pues únicamente recibieron dos goles en contra a lo largo de ocho partidos.
El Atlético era el equipo menos goelado de aquella ChampionsCon estos extraordinarios números llegaron los rojiblancos a la final de la Copa de Europa, en la que se enfrentarían al poderoso Bayern de Munich de la República Federal alemana. El partido, de gran importancia para todos los seguidores colchoneros, se jugó el 15 de mayo de 1974 en el Estadio Heysel de Bruselas. El Atlético, como no podía ser de otra forma, puso a todos sus gladiadores sobre el campo para tratar de llevarse la copa de vuelta a Madrid.
Para el encuentro, el entrenador Juan Carlos Lorenzo seleccionó el siguiente once. Cubriendo el arco ubicó a Miguel Reina (padre de Pepe Reina, el conocido portero del Nápoli y la Selección española). Como defensas, a Melo, Capón, Adelardo y Heredia. En el medio campo destacó al «Sabio de Hortaleza» - Luis Aragonés - junto a Eusebio, Ufarte y Javier Irureta. Finalmente, en la punta de ataque el míster situó a Gárate y Salcedo. Las piezas del ajedrez estaban listas.
Según la crónica que hizo ABC de aquel enfrentamiento, el encuentro comenzó con un intercambio de jugadas de ataque entre el Bayern –las cuales se saldaron con las paradas de Reina- y varias internadas por parte de Luis Aragonés en el área rival. No obstante, para desgracia española, el gol no llegó en los primeros minutos y el conjunto alemán, motivado, comenzó el asedio sobre la portería hispana. Por suerte, la defensa rojiblanca demostró por qué había recibido únicamente dos goles en contra durante el torneo rechazando una vez tras otra los contínuos ataques.
El final del partido llegó con el cero a cero en el marcador, por lo que fue necesario jugar una prórroga. Con ambos conjuntos extenuados, una jugada magistral del «Sabio de Hortaleza» en el minuto 114 cambió drásticamente las cosas. Así lo contó ABC: «A partir de (la prórroga) el juego se desarrolla más en el centro del campo, porque ambos equipos muestran cansancio. No obstante, es cuando se consiguen los goles del partido. Luis marca para los madrileños, a los ocho minutos, al sacar un golpe franco con que había sido sancionado un derribo a Becerra en el borde del área».
Las cosas se ponían de cara para los colchoneros. A pocos minutos del final, la Copa de Europa parecía ya española. Sin embargo, el destino tenía reservada una amarga sorpresa los rojiblancos. «Cuando ya se creía que el Atlético era campeón de la decimonovena edición de la Copa de Europa, Schwarzenbech arrebata un balón a Gárate, avanza con él y desde casi el medio del campo tira a gol y marca ante la tardía estirada de Reina», explicaba la crónica de ABC. Empate.
Con este resultado, y en base a la reglamentación de la época, se debía jugar un nuevo partido de desempate unas jornadas después –pues los penaltis no decidían la eliminatoria-. Fue precisamente tras este duro partido, decidido en los últimos segundos, cuando un periodista de ABC entró en el vestuario del Atlético y entrevistó brevemente a varios jugadores, entre ellos, Luis Aragonés.
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Un imprevisto apagón de luz en los vestuarios del Atlético de Madrid impide distinguir los rasgos de los rostros de los jugadores, pero por sus palabras se deduce que deben ser de desilusión y pena por el jarro final de agua fría sobre un triunfo que tuvieron tan al alcance de la mano.
A oscuras, Adelardo se viste pausadamente: «Creí que cuando metimos el gol ya éramos campeones de Europa, pero está visto que en el fútbol hay que esperar hasta el último minuto para cantar victoria». El partido –añade- ha sido muy interesante y se ha visto luchar a dos grandes equipos. Hubo mucha emoción y. al final, prórroga con suspense. Como dicen los taurinos, salió el «sobrero». Nosotros hemos jugado bien y hemos merecido ganar. Ahora hay que esperar al viernes. Ojalá nos salga un partido como él de hoy». El capitán Atlético dice finalmente que se alegra de que el público lo haya pasado bien y que habrá que darle a los españoles la alegría del triunfo dentro de cuarenta y ocho horas.
La veteranía de Luis, el autor del gran gol, le hace parecer más conforme. «El fútbol es así»), dice.
-¿Decaerá ahora vuestra moral?
-No. de ninguna manera. Tenemos un equipo que se puede codear con los mejores, y así lo hemos demostrado esta noche ante el Bayern. El viernes ganaremos, yo creo que el Atlético es superior.
-¿Creíste que marcarías el gol?
-Bueno, yo he marcado muchos goles así. Por eso pensé que había que aprovechar de nuevo la oportunidad. Tiré con fe y la pelota entró.
Capón no oculta su desilusión por el gol del último minuto.
-Tuvimos desgracia, en la jugada. El jugador del Bayem disparó como un último recurso v le salió un gran tiro.
Para Alberto, que probó las «mieles» de la final durante la prórroga, al encuentro ¡sólo le sobró «el último minuto»:
-Fue una jugada de suerte para ellos. Ni ellos mismos se creían que iban ya a marear un gol.
Ufarte dice que no se retiro por cansancio, sino porque el entrenador lo estimó conveniente. Se muestra resignado:
-El fútbol es así. Ya todos cantábamos la victoria, y ahora hay que esperar. Pero venceremos.
Reina parece contrariado y muy afectado por la pérdida del triunfo en el último minuto:
-Se nos ha escapado de manera increíble. Después de luchar 120 minutos, son las cosas del fútbol...
En los vestuarios del Bayern de Munich el ambiente es más eufórico, después de encontrarse con la posibilidad de un segundo partido, cuando la Copa de Europa parecía ya camino de Madrid.
Beckembauer, el capitán, no oculta su alegría:
-El empate ha sido merecido. Los dos equipos han jugado muy bien y el viernes puede verse otro gran partido. Yo no desesperé hasta el último momento, y por eso no me sorprendió nuestro gol. Creo que el resultado definitivo va a depender de la fuerza física. El Atlético de Madrid es un gran equipo y tiene jugadores extraordmarios.
Maier, el portero, hace elogios de Luis:
-El gol fue magnífico. Un gran tiro, imparable. El partido me ha gustado, pero nosotros debimos marcar algún gol en el primer tiempo. Tiramos mucho a puerta, pero no tuvimos suerte.
-¿Qué pasará dentro de cuarenta y ocho horas?
-Como se ha visto hoy, es muy difícil marcar goles cuando los dos equipos se muestran fuertes en todas sus líneas. De todas maneras, quien logre marcar el primer gol ese debe ser el vencedor.
»
Por desgracia, y como recordarán muchos, aquella copa no pudo ser española, pues el Bayern terminó goleando al Atlético por 4 a 0. Pero eso, como suele decirse, es otra historia.
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