curiosidades
La única heladería con 'Solete' de Triana que es especialista en horchata
Con casi medio siglo en Triana, la Heladería Verdú mantiene su esencia artesana y se ha convertido en referente por su horchata y sus helados de siempre
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El barrio de Triana tiene su propio templo para los amantes del helado. No se trata de un local de moda ni de un escaparate de sabores estrafalarios, sino de una casa con historia que lleva más de medio siglo sirviendo cucuruchos, cortes helados ... y horchata elaborada con chufa de calidad. Hablamos de la Heladería Verdú, un negocio familiar que ha resistido al paso del tiempo sin renunciar a la esencia de sus orígenes y que ha sido distinguido con un Solete de la Guía Repsol.
Más de 100 años de oficio
La historia de Verdú arranca mucho antes de abrir en Sevilla. Sus raíces están en Jijona, tierra de turrón y cuna de heladeros artesanos. Allí comenzó una saga familiar que ha transmitido el oficio durante tres generaciones. En Triana, la heladería abrió sus puertas en 1972 de la mano de José Sirvent y Mari Carmen Iváñez, y hoy son sus hijos, Eloy y Lucas, quienes siguen al frente del obrador.
Elaboran sus helados con fórmulas sencillas, sin artificios: azúcar, estabilizantes vegetales naturales y materias primas auténticas. «Si pides turrón, que sepa a turrón. Si pides vainilla, que sea vainilla de verdad», explica Eloy, que insiste en que lo importante no es llenar vitrinas de colores llamativos, sino mantener un sabor reconocible y honesto.
Horchata y helados de temporada
Aunque en la vitrina nunca faltan los clásicos —chocolate, vainilla, turrón—, Verdú también es conocida en Triana por su horchata fresca, que preparan de manera artesanal. Su sabor se ha convertido en seña de identidad, especialmente en verano, cuando vecinos y visitantes se acercan a por un vaso bien frío, y que pueden acompañarse de los tradicionales fartons valencianos
Esa fidelidad a lo auténtico no les impide experimentar. Cada año, Eloy viaja a ferias y cursos donde surgen nuevas ideas que terminan en el obrador. Así nacieron helados que ya son tradición: el helado de rebujito para la Feria o el de cervezapara la Velá de Santa Ana, disponibles solo en esas fechas y esperados como un ritual festivo.
Una heladería con reconocimientos
Además del Solete de Repsol, este año National Geographic incluyó a Heladería Verdú en su lista de heladerías imprescindibles de España. Un reconocimiento que confirma lo que los vecinos de Triana ya sabían: que este local no es solo una heladería, sino parte de la memoria del barrio.
Allí se sigue despachando el clásico corte helado con galletas preparado al momento, los «napolitanos» —polos bicolor que son casi un emblema de la casa— y los cucuruchos de siempre, que acompañan a varias generaciones de trianeros desde hace más de cinco décadas.
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