¿Quién tira la mejor Cruzcampo de Sevilla?: Moraleja Nervión vuelve con su II Concurso de Tiraje

Este singular concurso —más de calle que de jurado encorsetado— reunirá a quince bares de la capital y alrededores para poner a prueba una de las habilidades más valoradas en la hostelería sevillana: tirar bien una caña. O, en este caso, una «cortá» de Cruzcampo, que es como toca decirlo aquí. El premio, además, no puede ser más simbólico (y refrescante): el peso del ganador en cerveza.

El certamen va mucho más allá del «a ver quién llena el vaso primero». El jurado valorará aspectos como la limpieza, la técnica, el grosor de la espuma, la inclinación del vaso o la presentación final, además de una prueba llamativa que ya es seña de identidad del evento: el deslizamiento de la caña por la barra. El objetivo: que llegue perfecta y sin sobresaltos hasta el cliente.

Las rondas eliminatorias culminarán con un cara a cara entre los mejores tiradores, que se jugarán el título a golpe de grifo.

Esta edición, además, estrena escenario. Tras su paso por la Calle Zaragoza, el nuevo Moraleja Nervión será el epicentro de esta fiesta que une cerveza, tapeo, nervios y muchas risas. El ambiente promete estar a la altura del año pasado, cuando el Bar Julio César se llevó el primer premio dejando el listón muy alto. Este año buscará revalidar su corona.

Entre los bares participantes están nombres conocidos como Lola por Dios, El Pantera Gastrobar, El Lagar de Triana, Taberna El Chiringuito, Vinoqüe Abacería, El Patio de Cuna, Restaurante Amara, o La Bodeguita de Pi, entre otros. También se cuela un valiente forastero, El Disparate, que viene desde Islantilla (Huelva) a plantar cara.

Además de la competición oficial entre profesionales, el bar Moraleja de Nervión ha querido abrir el grifo de la participación a todo el mundo. Los asistentes podrán apuntarse allí mismo a un concurso amateur de tiraje de Cruzcampo, en el que cualquiera podrá demostrar su destreza (o simplemente pasar un buen rato). Las plazas se asignarán por orden de llegada, y la entrada al evento será gratuita hasta completar aforo.

En definitiva, un planazo dominguero que vuelve a reivindicar que en Sevilla, una buena cerveza no solo se bebe, también se tira con arte. Y por supuesto, de Cruzcampo.