La Tintorería Clandestina: catas y maridajes en un horno alfarero de más de cuatro siglos

El nuevo espacio es una apuesta de Víctor Gamero, al frente de El Mercader de Triana, y del enólogo Javier Compás

Se ofrecen catas abiertas al público y eventos privados en un singular local perteneciente a la antigua fábrica de cerámica Montalván

Los apasionados de la enología tienen un nuevo punto de encuentro en el corazón de Triana. Se trata de La Tintorería Clandestina , un espacio ubicado en la calle Covadonga que acaba de inaugurarse y que nace con la vocación de acoger catas ... y eventos con el vino como protagonista .

La iniciativa parte del hostelero Víctor Gamero , al frente de El mercader de Triana (Antillano Campos, 15) y del enólogo Javier Compás , quienes dan vida a cada una de las sesiones que acoge el peculiar espacio.

Lo singular de este pequeño local es que se encuentra en las instalaciones de la antigua fábrica de cerámicas Montalván y que conserva prácticamente intacto uno de sus hornos de cerámica, cuyo origen se remonta cuatrocientos años atrás.

El acceso a la sala se hace a través de un patio de vecinos al que se conoce como patio de los artesanos , puesto que incluso hoy día sigue acogiendo artistas de diversa índole: desde escultores a pintores o alfareros.

Catas y más

La Tintorería está pensada para acoger catas y almuerzos o cenas con maridaje, un espacio al que únicamente se accede con reserva previa y que tiene una capacidad máxima de 12 personas.

La actividad de esta sala se divide en catas abiertas que se celebran mensualmente (con periodicidad variable según la demanda) y a las que cualquiera puede apuntarse (el precio ronda los 40 euros por persona), y en eventos privados organizados para grupos (en este caso 50 euros). Las reservas se realizan a través de los teléfonos 637563342 y 609562042.

Víctor Gamero

En cada actividad la gastronomía y la enología van de la mano, puesto que los platos propuestos por el chef Víctor Gamero encuentran sentido en los vinos propuestos por Javier Compás y viceversa.

Javier Compás

La cita comienza con un aperitivo y una primera copa de vino en el mismo horno , un encuentro que discurre de pie y en el que se hace una introducción histórica para contextualizar a los asistentes. Las paredes del horno conservan las tonalidades negras que el fuego imprimió en su momento y es un momento para recrearse en la historia alfarera que aún late en cada esquina de Triana.

Después los comensales pasan a la sala principal, donde tiene lugar el resto de pases y maridajes. Lo habitual es que cada encuentro tenga cuatro o cinco platos con sus respectivos vinos .

Javier Compás explica que los caldos elegidos nunca son de bodegas comerciales , sino que indagan por aquellas pequeñas producciones que merece la pena conocer. El espumoso V.T. de Albacete Edone o el blanco Diéz días de marzo de Granada son algunos de ellos.

Respecto a los platos, consisten en propuestas como tosta de boquerón en vinagre con chutney de mango, sal negra y mayonesa de kimchi o brioche relleno de trufa, champiñones y roast beef con alioli de ajo negro.

Entre los principales, canelón de black angus rellenod e rúcula, pesto y tomate salsa harry's bar o codillo de cerdo a baja temperatura con salsa de whiski Dyc y cremoso de mostaza, entre otros.

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