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En pocas palabras

Fátima Villanueva (Sr Cangrejo): «Si me quitas el trato con el público me quitas lo que soy»

Encargada de los vinos, la barra y la sala, comparte con el chef Jesús León el mérito del éxito que está teniendo este joven establecimiento

Señor Cangrejo: El nuevo Sol Repsol de Sevilla

«Arreglada pero informal»

Fátima Villanueva Daniel Salvador
Isabel Aguilar

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Es el alma de la sala en Señor Cangrejo, un establecimiento joven que sumerge a Sevilla en su versión gastronómica más cool. Fátima Villanueva es ese 50% que hace mágica la experiencia en este reciente restaurante de la calle Harinas, compartiendo méritos con su alter ego en cocina, Jesús León.

Bajo su apariencia tímida esconde a una todoterreno del cara a cara, que asesora en materia de vinos al tiempo que recomienda la mejor secuencia de platos tanto en mesa como en barra. Hoy nos dedica unos minutos para responder sin tapujos a estas preguntas cercanas de nuestra sección «En pocas palabras».

¿Qué pasó por su cabeza cuando Ovejas Negras Company y Tradevo les ofrecieron abrir Señor Cangrejo?

Nos dieron una oportunidad increíble que no esperábamos. Al principio nos asustaba la capacidad del local, porque Juanma y Gonzalo son de espacios grandes y nosotros queríamos algo muy manejable, pero tuvimos suerte porque el que tenían pensado cuadraba con lo que buscábamos. Eso sí, tanto Jesús como yo creímos que todo iría más despacio y la verdad es que el primer año ha sido realmente bueno.

¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?

Si me quitas el trato con el público, si me quitas esa cercanía y poder pararme a hablar con los clientes, me quitas lo que soy. Por mucho que me guste el vino, aunque sea sumiller, la vocación que tengo es de camarera. Adoro hablar con las mesas y me siento muy yo cuando lo hago.

¿Cuál es el plato favorito de su infancia?

El arroz con gambas de mi madre. Tengo que reconocer que siempre he sido horrible para comer y que fue Jesús el que me enseñó a hacerlo. Mi madre siempre ha cocinado muy bien: carne estofada, pollo al limón… y cuando me pregunta qué quiero comer por mi cumple sigo pidiendo la típica tarta de galletas que me encanta.

¿De qué es su bocata favorito?

De mortadela siciliana con queso y un pan crujientito.

¿Es más de barra o de mesa y mantel?

De barra siempre. Incluso en los restaurantes prefiero la barra si la hay.

¿Y más de sitios tradicionales o modernos?

Modernos, la única excepción es la barra del Faro de Cádiz. Me gusta volver siempre allí.

Alguien a quien admire en esta profesión.

Pitu Roca, del Celler de Can Roca, porque a pesar de ser sumiller siempre ha dicho que es camarero. A veces pienso que con el tema del vino hay profesionales que pierden la esencia del servicio en sala.

¿Cuál es su vino favorito?

La Escribana, de Luis Pérez. Es ese vino que podría beber una y otra vez sin cansarme. Pero a la hora de trabajar siempre me han encantado los generosos de Jerez. Cuando estaba en el norte siempre me hacían volver a casa, así que los pedía por una cuestión de nostalgia y me engancharon.

¿Con qué profesional del mundo del vino compartiría una copa?

Me encantaría con los chicos de Tiempos Líquidos Wine Room, en Burgos. Diego y Laura han estado mucho tiempo en Ambivium y son muy interesantes.

¿Cuál es su sueño?

Jesús y yo teníamos claro desde el principio que queríamos estar al pie del cañón. No quería tener mi restaurante y que otra persona lo llevara. Quiero disfrutarlo, seguir aquí, sirviendo vino y atendiendo al público. Espero seguir así y que nada cambie porque este año ha sido muy bonito para mí.

Quién es

Nació en Cádiz y se crió en Ceuta, donde destinaron a su padre como militar. Llegó a Sevilla con la intención de estudiar Biología, carrera de la que le quedan tan solo unas asignaturas. Sin embargo el bullicio de la ciudad la atrapó y sus objetivos académicos se fueron dilatando irremisiblemente. Un toque de atención de su padre le hizo empezar a buscar trabajo y recaló en el restaurante Perro Viejo. Se enamoró de la hostelería, especialmente del trato con el cliente, y decidió que su futuro estaría ligado a la sala. Allí conoció a Jesús León, con quien comparte suerte desde entonces.

Trabajaron en La Casona del Judío (Santander), donde aprendió todo el protocolo del servicio en hostelería; por Trivio (Cuenca), época en la que decidió formarse como sumiller, y volvieron a Sevilla con la idea de montar un negocio propio.

Pasó por Palo Cortao y Abacanto, hasta que llegó la gran oportunidad. Dos grandes grupos como Ovejas Negras Company y Tradevo se habían fijado en su talento y en el de Jesús y decidieron apadrinarles con la apertura de Señor Cangrejo, donde en poco tiempo han conseguido no solo captar la atención del público sevillano, también han ganado un Sol Repsol y el Premio GURMÉ 2023 a Mejor restaurante de cocina creativa.

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