La familia fundadora de La Alicantina traspasa su mítica receta de ensaladilla a Grupo Trifulca

Desde GURMÉ podemos avanzar que la ensaladilla no les decepcionará , puesto que la familia fundadora del negocio acaba de traspasar la receta al que será el nuevo equipo de cocina . Y GURMÉ ha sido testigo de tan insigne momento.

Pero ahondemos un poco más en la historia de este mítico bar. El 1 de septiembre de 1962 abrió La Alicantina por primera vez en manos de Manuel Postigo , el único sevillano nacido en la Plaza de la Maestranza (su madre estaba viendo una corrida y se puso de parto en la enfermería del coso).

Y, casualidades del destino, el 1 de septiembre de 2023 volverá a abrir después de varios meses cerrada. Esta vez con el Grupo Trifulca al mando.

La historia del establecimiento hunde sus raíces hace más de un siglo, puesto que desde 1922 había en dicha ubicación una horchatería que gestionada un valenciano llamado Ricardo Talens.

Tras la muerte de Manuel Postigo hace 31 años, s u viuda (María Teresa Pérez), se quedó al cargo del negocio ayudada por sus cuatro hijos (Mayte, Curro, Paloma y Marta), pero acabó cediendo el testigo al hostelero Antonio Palomino y, posteriormente, a Emilio Guerrero , quien ha gestionado La Alicantina hasta el pasado enero.

En ninguno de los casos citados, la familia Postigo-Pérez cedió la popular receta de su ensaladilla a los nuevos inquilinos, cosa que sí ha querido hacer con Grupo Trifulca, que desde el primer momento ha manifestado su intención de recuperar toda la esencia del local original .

Teresa Pérez prefiere no hacer pública esa secreta combinación de ingredientes que tantos seguidores se ganó, y sonríe mientras raya con el tenedor la capa superior de mayonesa que envuelve tan apetecible receta. Eso sí, la normativa actual obliga a elaborarla con huevina, aunque apenas se nota la diferencia con la que se hacía en tiempos de Manuel Postigo, como asegura su familia.

Germán Franco , responsable de cocina del grupo que aglutina espacios como Mariatrifulca o Maquiavelo, reitera su intención de recuperar esas tapas sevillanas de siempre y ya tiene un borrador de lo que será la carta de La Alicantina en esta nueva etapa. Recetas como los champiñones a la plancha con salsa verde o las gambas a la bechamel rondan también ese boceto gastronómico en el que trabajan actualmente, y que se basará en una oferta de mariscos y pescados de calidad.

Para saber si incluirán otros clásicos que trabajaba Manuel Postigo, como las gambas al ajillo, el aliño de huevas o el pinchito de marisco, aún habrá que esperar un poco.

Mientras hablan de estas y otras tapas que se servían en la antigua Alicantina, Teresa Pérez recorre algunas de las estancias de su casa, donde guarda con cariño la antigua máquina registradora que se utilizó en La Alicantina hasta la llegada del euro.

También conduce a Germán Franco hasta un retrato a carboncillo de su marido , un hostelero que marcó una manera de hacer las cosas en Sevilla y supo afianzar una clientela que aún hoy le recuerda.

El empeño de Grupo Trifulca es rescatar todos los detalles que se pueda de aquellas décadas con la intención de reflejar de manera fiel la auténtica esencia de La Alicantina . Para ello, utilizarán una vajilla que recrea la original y su equipo de sala irá vestido con casaca blanca antigua con galones. Buscan profesionales con experiencia, «un perfil de la hostelería clásica de toda la vida».