¿Qué comió Keanu Reeves en su visita a Los Baltazares?

Javier Fernández , propietario junto a su hermano Juan Carlos del establecimiento de Dos Hermanas, nos cuenta todos los detalles de la visita, que estaba planeada con antelación y que era el colofón a un viaje programado por el actor con un nutrido grupo de amigos y aficionados al motociclismo. «Habían alquilado durante dos días el circuito de Jerez y para el tercero cerraron la cena en nuestro restaurante», explica el hostelero. Reeves tiene su propia marca de motos, Arch, y organiza con frecuencia este tipo de viajes con amigos y clientes.

El actor se decantó por Los Baltazares por un motivo concreto, ya que uno de sus amigos e integrantes del grupo con el que viajaba, Eskil Suter, es un buen conocedor del citado restaurante . «El expiloto tiene una estrecha amistad con José Luis Cardoso, y fue éste quien en su día le llevó a Los Baltazares. Suter había hablado a Reeves de nosotros y éste había mostrado su interés por conocernos », indica Javier Fernández, que se declara un fan incondicional de Keanu Reeves de toda la vida.

El objetivo de los hermanos Fernández era «mostrar la riqueza de productos que hay en Andalucía» , por lo que eligieron una materia prima autóctona y de calidad. «Cuidamos cada detalle, desde las aceitunas, que eran gordales cocidas y aliñadas, al pan de pueblo, procedente de Espera , un buen pan de corteza dura y miga densa que servimos caliente con un buen aceite de oliva virgen extra de Priego de Córdoba».

Como no podía ser de otra manera, el jamón ibérico no podía faltar, y optaron por el de Marín Carretero , una firma de Corteconcepción que tiene una limitada producción.

A continuación les tocó el turno a unas navajas longuerón de Isla Cristina , que sirvieron a la brasa con salsa de mantequilla holandesa, seguidas de unas gambas soasadas con soplete , y aderezadas únicamente con aove y un poco de mayonesa.

Unas patatas aliñadas templadas con huevos de choco sirvieron para acompañar a una lubina salvaje de Isla Cristina que presentaron frita, y unas almejas , también de Isla Cristina. El plato fuerte fue un morrillo de atún a la brasa con berberechos.

Todo se sirvió al centro, con el fin de que los comensales pudieran probar una gran variedad de productos.

La nota dulce la puso un sorbete de mojito de Palo Cortao y una torrija caliente y para el maridaje recurrieron a vinos exclusivamente andaluces.

La nota simpática de la velada la puso el whiski japonés que pidió Keanu Reeves . «Preguntó su teníamos con poco esperanza de encontrar un sí y se sorprendió muchísimo cuando comprobó que tenemos una gran variedad de marcas de whiski japonés para elegir», detalla Javier Fernández.

El actor hizo las veces de showman al final de la cena, presentando el mismo a los ganadores de los encuentros moteros en Jerez los días anteriores. «Fue increíble verle en ese momento tan distendido», relata el hostelero. Al subir al autobús, bajó antes de que el conductor arrancara para despedirse de Javier Fernández con un abrazo y la primesa de volver.