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«B, de bares», un recorrido histórico (y anecdótico) por las tabernas centenarias de Sevilla
Joaquín Lozano Torres glosa en este libro la leyenda que rodea a los establecimientos decanos de la ciudad
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Iniciar sesiónAunque en los últimos años Sevilla se está abriendo a otro tipo de hostelería de corte más moderno, nadie duda de que sus tabernas centenarias siguen guardando el alma gastronómica de la ciudad .
Espacios que llevan encierran décadas de historia entre sus ... paredes , en ocasiones siglos, y que mantienen viva la esencia de nuestras tradiciones mejor conservadas.
«B, de bares» (Fénix Editora) hace un recorrido por muchas de ellas desde un prisma histórico y anecdótico, un libro escrito por Joaquín Lozano Torres que acaba de presentarse en la sede de la Fundación Valentín de Madariaga de la mano del periodista Simón Onrubia.
La obra recopila hasta 30 establecimientos centenarios y glosa en cada uno de ellos una serie de datos y curiosidades para entender mejor la singularidad de cada uno de ellos.
« No he intentado hacer una guía gastronómica ni una crítica de bondades o defectos encontrados en los establecimientos, sino más bien un repaso amable a las muchas curiosidades que esta ciudad nos brinda», comentó el autor durante la presentación del libro.
Fue la pasión por las tradiciones sevillanas la que movió a Lozano a la hora de escribir. «No soy especial frecuentador de estas tabernas pero siempre me ha interesado mucho la historia que encierran».
«B, de bares» se adentra en establecimientos como El Rinconcillo, Los Claveles, Entrecárceles o Casa Palacios. En total son 30 tabernas y todas tienen o están a punto de cumplir el siglo de vida.
« En la mayoría de casos los negocios han cambiado de manos y ya no es la familia fundadora la que está al frente». Casa Morales es uno de los ejemplos en los que se mantienen los mismos propietarios, una bodega abierta en 1850 que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos sin perder su esencia original.
A Joaquín Lozano le llama especialmente la atención el origen cántabro de muchos de los taberneros que llegaron a Sevilla hace décadas para abrir su taberna en Sevilla: Bodega San José El Punto, El Rinconcillo (y la familia De Rueda) o bodega San Lorenzo son algunos casos.
Con algunos de los propietarios ha llegado a hablar para hacer este libro pero para otros muchos ha sido una sorpresa encontrarse en dichas páginas.
Las fotografías que acompañan los textos son obra de Francisco Morales , imágenes actuales de cómo son hoy esos espacios centenarios que tantas cosas han vivido. Sus calles y los personajes que los frecuentaron son algunos de los datos que aporta el autor.
Las tabernas
Entre las curiosidades recogidas por «B, de bares», encontramos datos sobre la taberna más antigua de Sevilla según se tiene constancia: Las Escobas, cuyos orígenes se remontan a 1386 y de la que también se dice que es la más antigua de España. «La realidad tozuda nos muestra que siempre hubo allí una taberna que se llamó como hoy se llama», argumenta Lozano en su obra. Quevedo, Cervantes o Fernando de los Ríos pasaron por allí y este último dejó constancia en forma de verso: «En esta bruja taberna / honda caja de pandora / son las escobas mujeres / y las mujeres escobas / Pero tú sigues en pie / no como rígida momia / sino como ser viviente / que nos cuenta sus memorias».
Bar Giralda es otro de los establecimientos recogidos en la obra, un monumental espacio que alberga un antiguo hamman musulmán conservado en perfecto estado.
También cita las tertulias que la Generación del 27 mantenía en la trastienda de Casa Román o cómo la familia al frente de Los Claveles pidió (en tono de guasa) a la de El Rinconcillo que hiciera frente a la deuda por unos unos vinos que les habían prestado 180 años atrás.
Bodega Puente no debe su nombre a la cercanía con el puente de San Bernardo, sino a que su fundador se llamaba Felipe de la Puente. Un espacio que conserva muchos de los elementos con que abrió en 1929.
Los azulejos de Mensaque que alberga el comedor de Casa Cuesta, los distintos nombres que ha tenido Casa Ricardo desde que abrió en 1898 o el pasado musulmán del local que ocupa La Mina son algunas de las pinceladas históricas que alberga esta publicación de Joaquín Lozano.
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