En la capital andaluza son muchos los bares que ofrecen esta receta, pero si hay uno con solera y tradición, ese es El Rinconcillo, el bar más antiguo de la ciudad, abierto desde 1670 y en manos de la familia De Rueda desde 1858. Un sitio donde todavía se anotan las comandas con tiza en la barra y se sigue cocinando con el mimo de siempre.
Desde El Rinconcillo han querido compartir los secretos de una de sus recetas estrella, una tapa que encandiló hasta al mismísimo Harrison Ford y a Calista Flockhart: las espinacas con garbanzos.
«Es una de las tapas que más nos piden, y no solo en Cuaresma. Se sigue elaborando exactamente igual que siempre », comentan desde el bar. El secreto está en el proceso: las espinacas, cortadas muy finitas, se hierven primero y después se fríen lentamente en aceite de oliva durante media hora. Luego se incorpora el majao tradicional, cargado de sabor gracias al ajo, comino, cilantro, jengibre, pimentón dulce, clavo y pimienta negra. Todo junto se cocina durante cuatro horas a fuego lento hasta que se logra esa textura cremosa que caracteriza a la tapa.
Por último, se añaden los garbanzos cocidos aparte con un hueso de jamón que potencia aún más el sabor del guiso. El resultado, un plato que, generación tras generación, sigue haciendo las delicias de sevillanos y visitantes. Y es que, como dicen en El Rinconcillo, aquí los sabores de siempre no se pierden.
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