Tierra Nuestra: «Una vinería con 'cositas' muy buenas»

Con el tiempo Rafael Juliá se fue del todo, Rafael León se mudó a los juzgados  y sigue Casa Ruiz aunque dada la simpatía de alguno de sus camareros casi mejor que reculara también.

Hablando de simpatía, otros que son para echarles de comer aparte son los del Rincón de Reina , que les pides aceite para la tostá y te dicen que se lo pidas a la mujer (sic) de la mesa de al lado, y eso sí, no le reclames que te limpie la mesa del desayuno anterior porque te tira la bayeta. Los del Royalti les siguen de cerca. Mira que es fácil hacerlo bien.

Por tanto en la Huerta de la Salud , si se quería tapear bien, o te ibas al bar de San Bernardo del conocido electricista del régimen, o te ibas a los que hay en las casitas del Porvenir , como Benjamín Martín o Casa Palacios .

Hoy hablamos de un bar de la Huerta de la Salud muy diferente , del Tierra Nuestra , que de hecho es tan diferente que no es bar, pero los que somos habituales nos lo creemos.

Esta tienda de vinos y de cosas buenas proviene de la original en la calle Constancia , la que hay en Triana al final de la calle Salado, que fue de las primeras en vender cosas buenas, antes de la crisis y antes de que salieran gastro tiendas de debajo de las piedras.

Esta delegación de Tierra Nuestra de doctor Pedro de Castro  por tener tiene hasta cocina. Además de una chacina y unos jamones deliciosos y muy bien cortados –“ ¿el señor quiere el salchichón en lonchas o a taquitos?” –, tiene revueltos como el que nos comimos de espárragos, huevos con pisto de la abuela o pisto de la abuela con huevo, y mucho plato de lata de calidad como las habitas baby con taquitos de jamón .

Nosotros en una ocasión nos comimos unos saquitos de langostinos realmente ricos y en esta ocasión nos hemos tomado algo parecido, que son unos twister de langostinos sobre fondo de lechugas con salsa rosa, en una presentación la mar de apetecible.

Ya puestos a inventar, han inventado el DÚO . El dúo es algo más que una tapa y poco menos que media ración y siempre a un precio muy apañado, porque recordemos que estamos en una tienda, no en un bar. Eso también tiene su peligro, porque con las copas le pierdes el respeto al dinero y no es la primera vez que he aparecido en casa con cuatro latas de melva de la Virgen del Carmen y dos salchichones de riera .

No abren por las noches, pero tampoco cierran a medio día , por lo que son candidatos a que los de Endesa de la cercana sede de Borbolla se enreden toda la tarde mareando la copa de cualquiera de los maravillosos vinos tintos de los que disponen, muchisimos de los cuales se pueden tomar por copas. Eso sí, lo de ruido lo tienen que mejorar.