Maravilla Social Club: «San Marcos tiene un secreto»
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Todos tenemos un amigo que nos descubre rincones especiales, y así es como llegué a Maravilla Social Club , un establecimiento con encanto en la calle Maravilla, una estrecha callecita que sale de la iglesia de San Marcos y adonde es mejor llegar andando ... o en moto que en coche propio. Este bar, escondido en pleno centro de Sevilla, sale a la calle con cinco mesitas en una improvisada placita que se crea entre los edificios colindantes. Llegué hasta aquí porque me habían hablado de sus maravillosos desayunos “slowfood” … sí, ese adjetivo tan recurrente pero que en pocas ocasiones es reflejo de la realidad. Sin embargo, en Maravilla sí que podemos hablar de slowbreakfast.
Este es uno de esos sitios lleno de detalles que encandilan , puestos con cariño e imaginamos que con tiempo, sin prisas, como la casa de uno que va haciéndose poco a poco. Un ambiente que te predispone a disfrutar.
El primer día fuimos a desayunar, nos recibió una chica alegre que nos explicó que además de la carta de desayunos podíamos inventar a nuestro antojo nuestro desayuno ideal. Para elegir, varios tipos de panes : avena, cereales, bollito, chapata. Para untar, desde las maravillosas mermeladas de las monjitas del convento de Santa Paula a un novedoso guacamole casero y hasta una contundente zurrapa de hígado . Un paraíso para los que desayunos y “redesayunamos”.
Como soy de naturaleza curiosa y el sitio, además, me ilusionó, repetí a los pocos días al caer la tarde. Y la magia volvió a surgir. Su cocina se basa en productos de mercado con algunos toques sudamericanos . Comenzamos probando la Causa Limeña , plato típico de Perú, y que viene a ser una original ensaladilla con base de patata, en este caso con espinaca, y acompañada por una mayonesa , un poco picante de más, pero que le daba un toque alegre al plato.
Seguimos con unas croquetas de ají de gallina , buen ejemplo de cocina fusión, y con una Ensalada del mar , una mezcla de lechugas y carabineros acompañados de granada, pipas de calabaza, naranja, alga y una muy buena vinagreta . Un plato fresco y de buen tamaño, ideal para compartir.
Una pluma , en su punto y sabrosa, acompañada de pimiento, originales chips de remolacha y salsa chimichurri culmina la velada.
Nos quedamos sin sitio para el postre, pero volveremos para disfrutar de esta cocina slow…
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