«IKI»: De los creadores de Matsuri…

Una de las características que debe poseer toda aspirante a geisha es, sin ningún tipo de duda, el iki, un término japonés que se podría traducir como la elegancia de las sutilezas e insinuaciones. Y justo así es el local que se ha abierto, con una decoración excelente y cálida, una maravillosa barra de sushi donde ver trabajar a los cocineros…hasta las paredes y techos son sobresalientes. La sala no es muy grande y de ahí deriva el único pero que se puede poner, que es la excesiva cercanía de las mesas.

Y antes de entrar en la cocina comentar que tanto la atención de las camareras como la presentación de cada plato son también absolutamente iki.

La carta no es demasiado extensa, lo que cada día es más de agradecer, y donde si es más original es en la composición y sabores de los maki y los nigiri.

Comenzamos el almuerzo con unas gyozas originalmente presentadas en ramilletes de tres, como los boquerones. Correctas de sabor con una salsa que las acompaña que las mejora.

A continuación probamos varios nigiri sushi, el de pez mantequilla con trufa , el de pato con salsa de mandarina y el de buey con huevo de codorniz . Todos notables, pero si tenemos que elegir nos quedamos con este último.

Llegan los platos principales, un original y magníficamente presentado calamar al horno con teriyaki, su tinta y nori que quizás se nos quedó un punto insípido y un teppanyaki de buey en acompañado de una original y sabrosa patata negra, servido al punto y al que, por ponerle un pero, la carne no era todo lo tierna o blanda que uno espera en un restaurante oriental.

Terminamos con un magnífico y auténtico helado de violeta que venía con un brownie por debajo de regalo. Delicioso.

En definitiva, nos felicitamos por la apertura en Sevilla de un nuevo restaurante japonés, de tan alto nivel como Matsuri -al que eso sí, supera en diseño-. Nos hubiera gustado haber notado un avance aún mayor en la cocina y que se aproximase a los sushi99 o kabukis madrileños o incluso al koy shunka barcelonés, pero quizás sea demasiado pedir o tenemos que esperar a que la cocina ruede un poco más. En cualquier caso, muy recomendable.