Suscribete a
ABC Premium

Flores de otro mundo

Flores de otro mundo

Pues qué quieren que les diga, a mí el camarero del anuncio de la lotería me parece uno de esos simpatías que -como relata el maestro Burgos- te reciben con un, “¿Qué hay familia?”. Vamos que a servidor recién levantado, le llega el gordito simpático ... del anuncio con esa sudorosa camisa de franela a cuadros, dándome una cachetada en la cara y un abrazo y me voy sin coger el décimo y echándole la cruz al bar para los restos. Y es que me duele la boca de escribirlo: el camarero siempre malaje, seco y distante. Por favor…

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia