Cordialidad a la Carta

La otra herencia de Sabina es su carta que tampoco ha cambiado mucho en estos lustros, ni creo que a estas alturas cambie. Los platos básicos lo pueden repetir de memoria los asiduos. Esa continuidad no es necesariamente buena porque si vas a menudo te termina haciendo aburrida la elección, pero a cambio hace que la mayor parte de sus platos sean redondos.

En Sabina Cartuja sí han introducido una o dos sugerencias del día que a veces te sacan de la rutina.

La lista de entrantes, casi de memoria: croquetas caseras , boquerones rebozados de un tamaño pequeño, ideal , mollejas de cordero siempre en su punto , torta del casar , excelentes anchoas del cantábrico y un sobresaliente jamón serrano son habituales entrantes junto a las verdura planchas y los variados revueltos .

Tomamos un excelente Bacalao con Tomate como en pocos sitios se puede encontrar en Sevilla y una Cola de Toro de categoría, El roast beef , plato referente de la casa no estaba los suficientemente rojo pero no se puede dudar a estas alturas de su plato bandera. En cuanto a los calamares en su tinta no estaban buenos ni los calamares, ni su tinta, ni el arroz que les acompañaba.

La comida la hemos acompañado de un Azpilicueta en su punto de calidad y de temperatura. Sabina tiene una excelente carta de vinos, siempre disponibles y a un precio razonable.

De postre, todos ellos caseros, hemos probado un hojaldre de manzana en el que el hojaldre estaba más conseguido que la nata pero el conjunto se podía aprobar con nota.

Sabina es , sin duda, la elección si se encuentra en la zona de La Cartuja por su ambiente, precios, la cordialidad del servicio.